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Intolerancia


Personal

Valoración personal: 8 stars

General

Titulo original: Intolerance
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1916
Género: Drama

Otras personas

Director: David Wark Griffith
Escritor: David Wark Griffith; Tod Browning
Productor/Estudio: The Triangle Film Corporation; Wark Producing Corporation
Compositor: Joseph Carl Breil; Carl Davis
Fotografia: Billy Bitzer

Funcionalidades

Duración: 175
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BR
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 7,4 Gb

Reparto

  • Lillian Gish
  • Mae Marsh
  • Robert Harron
  • Erich von Stroheim
  • Howard Gaye
  • Lilian Langdon
  • Constance Talmadge
  • Miriam Cooper
  • Alfred Paget
  • Walter Long
  • Seena Owen
  • Elmo Lincoln
  • Bessie Love

Sinopsis

La película relata alternativamente cuatro historias de injusticia: la matanza de los hugonotes en Francia la noche de San Bartolomé de 1572, la pasión y muerte de Jesucristo, una huelga de trabajadores contemporánea y la caída de la Babilonia del rey Baltasar en el año 539 ante el ataque de Ciro II el Grande, rey del Imperio Persa.

Intolerancia, dirigida por David Wark Griffith en 1916, fue una de las películas más caras de la historia del cine. El film explora el tema de la intolerancia por medio de cuatro historias localizadas en momentos diversos de la historia.

Estas cuatro tramas son enlazadas por la imagen de una mujer que mece una cuna. A medida que las historias van llegando a su clímax, Griffith hace más rápido el montaje alternado, con secuencias cada vez más cortas, y creando una tensión hacia el desenlace de las cuatro historias. La película destaca por sus escenas grandilocuentes. Sin embargo Intolerancia tuvo grandes pérdidas, pues su éxito no fue el esperado.
Y esto porque la estructura era demasiado compleja y la pretensión intelectual y moralizante de crear una reflexión abarcando toda la historia de la humanidad, fue mal entendida por quienes pedían al cine entretenimiento, intriga y emociones por encima del comentario moral.
Griffith planteó para cada episodio un estilo estético diferente, que conjugaba las grandes masas y decorados, procedentes del peplum italiano, inspiradas sobre todo en Cabiria (1914), con las escenas intimistas de la historia situada en la tragedia familiar de la historia del huelguista acusado injustamente de asesinato.
El filme fue alabado por la crítica, aunque su mensaje pacifista fue rechazado en una Europa inmersa en la Primera Guerra Mundial y por sectores proclives al intervencionismo de la sociedad estadounidense. Sin embargo la influencia posterior de esta obra fue enorme, en partícular para el cine del constructivismo de la Unión Soviética. La escuela del montaje de atracciones del cine soviético de Lev Kuleshov, Dziga Vertov, Einsestein, Pudovkin o Dovienko se desarrolló en parte gracias al estudio de esta magna obra.
La película era una respuesta a las acusaciones de racismo de que fue objeto su anterior película El nacimiento de una nación, en cuyo final, unas mujeres, secuestradas por un hombre de raza negra, eran salvadas in extremis por el Ku Klux Klan. Por ello intentó, en un film de mayor envergadura si cabía, lanzar un mensaje humanista y pacifista.

Técnica

La aportación de esta película a la técnica cinematográfica es indiscutible. La película es un intento de profundización en el montaje alterno y la técnica de la persecución y el rescate en el último minuto, que eran las marcas de fábrica del cine de Griffith, y le habían dado tan buen resultado en anteriores filmes, como El nacimiento de una nación.
Así, se podría decir que todos los recursos artísticos y técnicos que habían sido empleados por el realizador en su obra previa, se encuentran en esta película. El resultado es una polifonía con cuatro temas intercalados que van componiendo un trepidante crescendo conforme avanza la película. Todo ello con una gran puesta en escena, donde grandes masas de actores son dirigidas entre decorados gigantescos, como el de Babilonia, cuyas murallas alcanzaban los cien metros de altura. En la escena del ataque persa se movilizaron 16.000 figurantes, con un coste de producción que osciló, dependiendo de las fuentes manejadas, entre uno y dos millones de dólares de la época. Tales gastos supusieron un fiasco financiero del que Griffith nunca se recuperó totalmente, pues el corría con todos los riesgos de la producción. De hecho, a partir de esta película, serían los productores quienes pasarían a dominar el mundo del cine estadounidense, con la aparición de las grandes productoras de Hollywood y el star-system, una vez que la industria cinematográfica europea había sido reducida a cenizas tras la Gran Guerra.

Comentarios

Es un ripeo sobre la edición liberada en Dic-2014 por Eureka. El master es prácticamente igual al que un año antes liberó Cohen mediagroup, incluso el vídeo comienza con una máscara de Cohen.
Sin llegar a la brillantez con que BFI sacó "The Birth of a Nation", la mejora con las ediciónes de dvd que había hasta ahora es bastante notable. Se ha partido de una restauración a 2k a la que se han modificado luego tintados y demás.

Por mi parte me he limitado a intentar no perder calidad, únicamente me decidí a eliminar 50 segundos iniciales donde había una horrible imagen tipo carta de ajuste con un más horrible pitido continuado, y un trozo de fundido en negro final. Por eso, si alguien ve algún ripeo de esta misma fuente y nota diferencia en el minutaje ya sabe a qué se debe.

La música es la que grabó Carl Davis en 1989 con la orquesta de la RTL de Luxemburgo. Ya que está en 5.1, y ya que no es la música original, que parece estar perdida, así se ofrece.

Artículo periodístico

En 1915, los tres grandes directores del cine norteamericano de la época eran: David W. Griffith, Thomas H. Ince y Mack Sennett, quienes se unieron para formar la Triangle Pictures Corporation (fine arts). Bajo dicho sello, realizó en 1916 su segunda superproducción, Intolerancia (Intolerance), con un costo de más de dos millones de dólares. Dicha cinta señala el apogeo de Griffith y del cine norteamericano. Para ella, usó todo el crédito adquirido por el éxito de El nacimiento de una nación. Contrató un ejército de comparsas y actores, hizo construir escenografías gigantescas.

La mayor de éstas, un palacio babilonio, bordeado de torres de 70 metros de altura y 1,600 metros de profundidad. Para la escena del festín de Baltasar lo poblaron 4,000 extras, y Billy Bitzer se vio obligado por semejante amplitud a tomar las vistas en un globo aerostático. Para el transporte, abastecimiento y mando de aquellos grandes batallones, cuya paga llegaba con frecuencia a 12,000 dólares por día, hubo que tender líneas de teléfono y de ferrocarril. Las fortificaciones de Babilonia, tan altas como una casa de cuatro pisos, eran practicables y en ellas podían cruzarse dos cuadrigas. En otros terrenos Griffith había hecho reconstruir el París del siglo XVI y la Jerusalem de tiempos de Cristo. Habrían sido empleados 60,000 extras, obreros, actores, carpinteros, técnicos, etc., durante los veintidós meses y doce días que duró el rodaje.

En Intolerancia, Griffith había hecho todo: dirigió a las muchedumbres y a los actores (con asistentes como W. S. Van Dyke, Tod Browing y Erich Von Stronheim), supervisó las escenografías, los vestidos, la fotografía, la música, la edición y finalmente escribió un guión que sobre todo, era un esquema; el filme no llevaba "corte anterior" y en parte fue improvisado sobre el terreno, utilizando casi exclusivamente la luz solar.

Las ventajas de esta omnipotencia del realizador —muy rara en el cine— son evidentes; pero no dejan de tener inconvenientes: la ideología del gran hombre, su carencia total de sentido del ridículo, su pedantería de autodidacta, y su confianza en el propio genio, se explayaron libremente desde lo genérico en que los personajes son llamados: La querida número uno, El mosquetero de los tugurios, La princesa dorada, La sin amor número uno, Los ojos negros, El nazareno, La hija de las montañas, El poeta-rapsoda, etc.
Los subtítulos que superaban en ridiculez a los de Cabiria, mezclaron en un lirismo enfático, indicaciones de ingenua contabilidad sobre los precios en dólares, las fechas históricas y el número de extras.

Fuera de los Estados Unidos, la recepción de la cinta fue difícil, mientras era aplaudido por el Rey de Inglaterra, el filme fue mutilado por la censura británica. Por su pacifismo fue prohibida en la Europa continental mientras duró la guerra, y los franceses no permitieron nunca la proyección de "La matanza de San Bartolomé". Esos fracasos inquietaron a Griffith; acosado por sus acreedores, se resignó a fragmentar su película y a presentar los episodios separadamente. Sin embargo, la obra no llegó a imponerse al público, y la crítica europea fue siempre reticente.

En otras latitudes, el sentido social de Intolerancia impresionó profundamente a Lenin, quien tuvo ocasión de verla años después, igualmente, su exhibición en la Unión Soviética ejercería una enorme influencia sobre los cineastas de aquel país. Habiendo sido comprada antes de la Revolución de Octubre por un distribuidor ruso, que no había podido exhibirla, fue encontrada por un feliz azar y proyectada por la dirección del cine soviético. Algunos jóvenes entusiastas como Lev Kulechov, Sergei Einsenstein, Vsevolod Ilarionovich Pudovkin, fueron los primeros en comprender la importancia del mensaje griffithiano y le dieron, con sus obras, su verdadero sentido.