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Tituladas sencillamente Julio Romero de Torres--outtakes, el vídeo, mudo, fue grabado por el operador de cámara Fernando Delgado en 35 milímetros en varios momentos entre noviembre de 1925 y enero de 1926. Por aquel entonces, el pintor cordobés tenía su taller en la capital de España, en el número 61 de la calle Pelayo, como atestigua una placa que se posa sobre su fachada.
Y hacia allí se dirigió la famosa productora Fox para inmortalizar el trabajo del artista, que en aquel momento gozaba de fama internacional (gracias, en buena medida, al éxito obtenido por sus cuadros en las exposiciones universales de Buenos Aires y Santiago de Chile).
Así, las imágenes rescatadas muestran varias escenas en su taller. En ellas aparece el pintor con la modelo Ascensión Boué Marzal, a la que inmortalizó en el cuadro La Rivalidad; María Luisa Contreras, quien posa para el cuadro El baño de la colegiala, o Lola Sánchez, modelo de un boceto temprano de La Chica del Navaja.
Precisamente, el gusto por los desnudos del pintor cordobés, podría estar detrás del descarte de las imágenes, que muestran a las modelos posando totalmente desnudas para el artista, dando lugar a un documento valiosísimo, pero imposible de emitir en los noticieros de mediados de los años 20.
Más publicables son las imágenes del pintor y su hijo Rafael recibiendo invitados en el estudio, fumando, de manera totalmente desenfadada, bromeando con sus amigos y amigas, que aparecen en el metraje, descubierto en España por el aficionado al arte Jesús Romero Dorado, quien encontró en el mismo archivo la película más antigua que se conserva sobre la Semana Santa de Sevilla.
