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La calidad de la imagen es bastante pobre y ésta queda bastante pixelada en algunas de las escenas en movimiento pero aun asi creo que merece la pena, la increíble secuencia de acrobacias sobre la pared rocosa podría haber sido filmada por el mismísimo Harold Lloyd.
El guión se basa en una obra llevada a los escenarios por Florenz Ziegfeld e interpretada por el mismo Eddie Cantor. Se trata, también, de la primera película del inimitable "Ojos de banjo" Cantor, como se le llamaba. A su lado la Bow hace lo que puede, además de lucir su bonita presencia, pero junto a un torbellino como Cantor, cualquier intento de robarle un plano es casi suicida.
Los gags se encadenan sin solución de continuidad y entre ellos elegimos el del restaurante, donde Cantor nos da una lección magistral de cómo utilizar ambos brazos insinuando que uno de ellos es el de otra persona, una mujer, concretamente. Hay un final trepidante y con carrera incluida, en el que Frank Tuttle, el director, se luce para que el montador haga diabluras con las tomas filmadas.
Película de humor, por si no ha quedado claro, vehículo indudable para un actor/cantante irrepetible, "Kid Boots" no defraudará a quienes creen que la vida está hecha para divertirse y no para ver películas de Bergman. Y no digo más, que luego algunos de la parroquia se me pueden enfadar.