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La X misteriosa


General

Titulo original: Det Hemmelighedsfulde X
Nacionalidad: Dinamarca
Año de producción: 1914
Género: Drama

Otras personas

Director: Benjamin Christensen
Escritor: Benjamin Christensen
Productor/Estudio: Dansk Biograf Compagni
Compositor:
Fotografia: Emil Dinesen

Funcionalidades

Duración: 89
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: Web
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 2,0 Gb

Reparto

  • Benjamin Christensen
  • Karen Caspersen
  • Otto Reinwald
  • Fritz Lamprecht
  • Amanda Lund
  • Hermann Spiro
  • Bjørn Spiro

Sinopsis

"Det Hemmelighedsfulde X" es la historia del teniente de navío Van Hauen ( interpretado por el mismo Herr Christensen ) un hombre muy preocupado por cumplir con su deber, esto es, hacer la guerra, mientras
su esposa hace el amor con el Conde Spinelli, un siniestro conde con demasiadas oscuras intenciones ( esto último le suena a éste Herr Graf a algo familiar... ); intrigas con órdenes secretas selladas por medio y entregadas a Herr Van Hauen que son finalmente reveladas al enemigo, pondrán el honor del teniente en cuestión y su integridad
física en una complicada situación, en un filme muy bien dirigido y con un ritmo trepidante, una mezcla de filme de espías ( esa gente malvada usa modernos sistemas de comunicación por los cuales éste Conde germánico siente especial predilección, como puedan ser las palomas mensajeras o el morse ) filme bélico ( misteriosos paisajes,
molinos siniestros y batallas navales y terrestres se pueden vislumbrar en el filme y en conexión con la trama del mismo ) y película de suspense ( los esfuerzos de la familia del teniente para probar su inocencia al final del filme están muy bien resueltas, dotando a la película de un sentido de modernidad muy apreciable para una obra
realizada en el año 1914).

"Det Hemmelighedsfulde X" es un excelente debut, aunque las características de su cine anteriormente citadas, no aparecen en éste filme, en su lugar se usan debilidades humanas más convencionales, como el adulterio, la traición y el honor, pero de todas formas se aprecian esas oscuras intenciones tan queridas por el director danés,
en algunas secuencias del mismo, como cuando el conde Spinelli está atrapado en el sótano del molino siendo amenazado éste por ratas.

Ferdinand von Galitzien
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Benjamin Christensen fue una de las grandes personalidades del cine danés y uno de los que más influyó en otras cinematografías, a las que también contribuyó en su periplo fuera de Dinamarca: en coproducción con Suecia dirigió su obra más celebrada, Häxan (La brujería a través de los tiempos, 1920), y en su etapa estadounidense firmó títulos tan interesantes como The Devil Circus (1924), con Norma Shearer, Mockery (1927), con Lon Chaney, The Haunted House (1928), Seven Footprints to Satan (1929) y, aunque no acreditado, La isla misteriosa (1929). Sus primeros pasos en el cine, tras una etapa como cantante de ópera, los dio como actor hacia 1906, coincidiendo con los inicios de la actividad de la Nordisk, y unos años después, en 1914, debuta en la dirección con el título que nos ocupa. En él se dan cita algunas constantes de su cine: una fascinación por el mal, por lo escabroso y, sobre todo, el poder lumínico y pictórico de sus imágenes.

Lo que empieza pareciendo un alegato patriótico, con una exaltación de la bandera en el ámbito de la familia de un militar, interpretado por el propio Christensen, se convierte de inmediato en una intriga motivada por el espionaje y el adulterio que tiene como triángulo al militar, su mujer y el pretendiente amoroso de ésta, el conde Spinelli, quien además de su devoción por la dama, está especialmente interesado en los planes de ataque del ejército rival. El militar descubre mediante la lectura de una carta el coqueteo de su mujer y el conde, quien en una estancia en la casa de la dama tiene acceso a una información reservada del ejército. Spinelli avisa al otro bando del plan de ataque, revelación de la que es acusado el protagonista, quien, enfadado por el posible adulterio de su mujer, no hace nada para evitar su condena por un tribunal militar. Cuando está a punto de ser fusilado, se descubre la verdad, tras la confesión del conde, quien agoniza en el sótano de un molino de viento, donde ha quedado atrapado.

La casa familiar, la del conde, el mar donde el militar navega en sus misiones son algunos de los espacios en los que se desenvuelve una historia de pasión y traiciones, en los que el interés de la trama, con muchos momentos de verdadero suspense, se combina con una sinfonía de luces que se dibujan en las sombras, a través de lo que proyecta una apertura de la luz en los interiores sombríos.

Uno de los espacios más queridos por la cámara y la fotografía es el molino de viento, tanto en los planos generales, silueteado en negro en la cumbre de una colina, como si de una animación de Lotte Reiniger se tratara, como en los de interior, con planos de contraste entre la luz exterior matizada y enmarcada en la oscuridad del molino. Se convierte también en un lugar para planos de gran tensión, con motivos escabrosos, como el uso de ratas reales (un recurso que recuerda a uno de los más celebrados momentos del Nosferatu de Murnau), en la agonía del conde y su desesperación por intentar abrir la trampilla del sótano, que ha quedado bloqueada al abrirse sobre ella la puerta del molino. En algunos momentos de esta secuencia lo único que se ve es el movimiento de una bisagra o una vibración de las maderas, con un ritmo que parece imitar el latido de un corazón acelerado, elementos sencillos, pero que prefiguran por sí solos recursos del cine de terror.

De gran impacto, en cuanto a la tensión de la trama y a su juego de luces y sombras, es toda la parte en la que el hijo del militar sale a escondidas de su casa (con un bello plano de arranque de su cuerpo silueteado en la ventana como una sombra) y marcha a ver a su padre a la prisión donde éste está confinado. Los planos que describen la internada en el presidiario del muchacho, burlando a la guardia, hasta llegar a la celda donde está su padre, constituyen un repertorio de perspectivas en la oscuridad: galerías sombrías con una iluminación mínima proyectada por una hilera de ventanales, arcos sobre fosos de agua y pasadizos de cuento de horror.

La importancia de las imágenes también se revela en la utilización de grafismos y palabras como parte integrante de los fotogramas. En cuanto al primer caso, resulta significativa la escena en la que a la mujer se le revela en sueños la clave para poder salvar a su marido: se va dibujando sobreimpresionada al plano de ella durmiendo, como si estuviera siendo trazada en tiza sobre una pizarra, la figura de un enorme elefante (un dibujo que su hijo había hecho en el reverso de una carta de vital importancia para la historia) y una X en su interior (la firma misteriosa de esa carta y la que da título a la película). Menos elemental y de una gran efectividad resulta un uso concreto de las palabras en un rótulo que no lo parece, pues está integrado en las imágenes: el padre del militar acusado, tras saber de la inocencia de su hijo, intenta contactar por teléfono con el regimiento que lo retiene para paralizar su ejecución; sus palabras empiezan a escribirse sobreimpresionadas siguiendo la trayectoria del tendido hasta que un impacto de cañón derriba el poste y se interrumpe la comunicación. El estallido es un impacto visual de gran calado, pues además es un golpe para la empatía del espectador por la víctima que sabe inocente. Es decir, que este tipo de recurso tiene un componente visual y discursivo al mismo tiempo.

La historia se enmarca en un contexto bélico y ofrece algunos momentos de batalla, pero no parece que haya mucha relación con los vientos de guerra de ese año tan señalado en la historia universal. Más bien esos momentos de batalla, no muy precisos, están claramente enfocados a albergar un tramo de la trama principal, un simple marco de ella. A veces esta relación es bastante fallida, como lo poco verosímil que resulta, por no decir que queda fuera de tono, la carrera de la mujer en el campo de batalla, en plena acción militar. Quizás es el único punto discutible en esta espléndida y recomendable película, el debut de uno de esos grandes directores hoy bastante olvidados.

Antonio Belmonte

Comentarios

"Det Hemmelighedsfulde X" fue el primer filme dirigido por el director danés Herr Benjamin Christensen, un director con especial querencia hacia las ciencias ocultas, la brujería, los rituales macabros y demás celebraciones oscuras, siendo su filme "Häxan" (1922) ( en donde el mismísimo Herr Christensen aparecía caracterizado como Herr Satan ) el paradigma de esos peculiares gustos daneses.
En cada obra de su carrera cinematográfica ( tanto en Dinamarca, Alemania o USA ) además de su interés por Herr Demonio Y Mr. Mal, se muestra, más o menos, un extraño sentido de la futilidad de la vida, la oscuridad de las mentes humanas y sin lugar a demasiados finales felices.