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"La boda en Suursalo" recibió algunos elogios de los críticos contemporáneos por su apariencia visual y no sin razones: la cinematografía de Raoul Reynols, quien también filmó películas en Francia, Rusia y Suecia, es notable por su claridad y amplitud, incluso aunque carezca de lo pintoresco, toque característico de los cineastas finlandeses empleados por Suomi-Filmi. Algunas de las escenas parecen estar cortadas, por lo que hay razones para sospechar que no todas las imágenes de la versión original han sobrevivido. La carrera de Reynols en Finlandia también se vio truncada: según la Filmografía Nacional de Finlandia, al abandonar el país tuvo que dejar atrás su cámara de cine como garantía de sus responsabilidades.
La trama de la película es muy sencilla, aunque el velo de misterio que rodea la muerte de Matti Suursalo se retira en el último minuto. Antes, Eero Ojelmisto tiene que soportar la carga de la culpa. El papel de Eero se le dio al cantante de ópera Oiva Soini, quien encaja en el personaje como un guante. El robusto y severo Soini muestra aquí algunas pistas sobre el potencial de actuación que indudablemente había en él, pero que no fue utilizado adecuadamente ni en "La novia del silvicultor" (1923) ni en "Pohjalaisia" (1925) (ambas en este ciclo).
La película tiene tres puntos cruciales, de los cuales desafortunadamente sólo el último contiene una carga emocional en un grado apropiado. La violencia sexual que Matti Suursalo inflige a Elsa Ojelmisto se filmó con torpeza y la pelea con cuchillos entre Matti y Eero tampoco es convincente. Solo la escena de la prueba al final, aunque faltan algunas imágenes, está bien diseñada y da al espectador una sensación de alivio y satisfacción, ya que la trama se resume de la manera en que debería ser por lógica.
Heidi Blåfield-Korhonen está tan encantadora como siempre, pero debido a su corto papel no tiene suficiente tiempo frente a la pantalla. La también hermosa Helmi Lindelöf es una opción adecuada para el papel de Anna Santala, la costurera del pueblo. Mimmi Lähteenoja convence como la dama chismosa de la aldea y Kirsti Suonio está perfecta como su amiga. Heikki Tuominen hace un trabajo aceptable como el orgulloso y malhumorado maestro de Suursalo. Aku Korhonen, quien posteriormente fuese una leyenda de la pantalla, tiene su primer papel en el cine como sacerdote, mientras que Konrad Tallroth tiene una pequeña parte como miembro del jurado.