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La película adapta "La Ilíada" al formato de pantalla grande. Considero que "La Ilíada" siempre ha sido menos épica y popular que su hermana menor, "La Odisea". Por lo tanto, Pastrone tuvo que trabajar a fondo para lograr este gran espectáculo que se nos ofrece.
La historia es un clásico con el que todos estamos familiarizados: Paris secuestra a Elena, la esposa de Menelao, los griegos toman esto como un delito y declaran, por lo tanto, la guerra a Troya (la patria de Paris). Después de años de batallas, a los griegos se les ocurre la magnífica idea de construir un caballo de madera que los llevará a Troya; una vez dentro, incendiarán la ciudad y ganarán así la guerra. La película se deja en el tintero algunas partes importantes, ya que no retrata la atmósfera alegórica de Dios, tampoco se muestra ningún rastro de Aquiles y faltan muchos otros personajes: Héctor, Cassandra, Ulises o el propio Zeus, etcétera.
La copia está bastante bien conservada y la gran escena épica final es antológica. Otras películas de temas similares y de esa misma época podrán estar mejor, pero aquí Pastrone muestra buena parte de su talento y hace que el espectáculo prenda desde el principio en el espectador.
