Comentarios
Estamos ante una soberbia película de William Wyler con una sobrecogedora historia que ya había llevado al cine en 1936 con el título de “Esos tres”, pero evidentemente mucho mas “descafeinada” que esta por causa de la censura y eliminando toda insinuación lesbica. Pero en esta de 1962 la permisividad era algo mayor y la película es más explicita.
Se trata de la adaptación de una obra de William Hellman e interpretada por Audrey Hepburn y Shirley Maclaine. Son ambas unas interpretaciones portentosas, y algunas escenas están llenas de una intensidad asombrosa, como por ejemplo de la revelación final que le hace Maclaine... deja sin habla al espectador.
Es una película que reflexiona principalmente sobre la mentira, sobre el daño que esta puede hacer, sobre hasta que extremos puede llegar. Y también se reflexiona sobre el lado amargo y trágico de la homosexualidad, en este caso femenina, donde no es ninguna opción gozosa, sino algo impuesto que ella rechaza. Esta idea queda muy bien reflejada en algunas escenas llenas de un dramatismo sobrecogedor.
Es una película interesante, muy bien planteada y abordada, y con una historia que absorbente. Una película muy atrevida para la época y que demuestra con creces el talento de William Wyler.