General
Titulo original: | La compagnia dei matti |
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Nacionalidad: | Italia |
Año de producción: | 1928 |
Género: | Comedia |
Otras personas
Director: | Mario Almirante |
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Escritor: | Camillo Bruto Bonzi; Gino Rocca |
Productor/Estudio: | Societa Anonima Stefano Pittaluga |
Compositor: | |
Fotografia: | Massimo Terzano |
Funcionalidades
Duración: | 110 |
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Pistas de idioma: | Muda |
Idiomas de los subtítulos: | Castellano |
Modo de color: | Blanco y negro |
Fuente ripeo: | Web |
Soporte: | x264 |
Tipo archivo: | MKV |
Calidad imagen: | Excelente |
Peso: | 1,8 Gb |
Reparto
- Vasco Creti
- Carlo Tedeschi
- Alex Bernard
- Elena Lunda
- Lili Migliore
- Cellio Bucchi
- Vittorio De Sica
- Giuseppe Brignone
- Felice Minotti
- Giuseppe Migliore
Sinopsis
Momi, Bartolo y Pietro, ahora hombres maduros, junto con su amigo, el conde Bardonazzi, fundaron la Compañía de los locos, muchos años antes. El objetivo era el disfrute más desenfrenado de la existencia. Sin embargo, el conde Bardonazzi murió a los treinta años, dejando a los otros tres un legado que les permitió vivir una vida ociosa y mundana. El testamento indicaba claramente que los herederos tendrían derecho a la propiedad solo si continuaban la vida de juerga y entretenimiento. El abogado de Giostra, encargado de verificar el cumplimiento de las condiciones del testamento, señala que los tres se han convertido en viejos gruñones y melancólicos, y que no se dan las condiciones para continuar aprovechando la herencia. Temiendo perderlo todo, los tres intentan encontrar el espíritu que animó sus incursiones durante una fiesta de Carnaval.
Comentarios
Un kamerspielfielm a partir de una comedia de Gino Rocca: para seguir perteneciendo al club titular, tres vejetes se ven empujados a reemprender su vida juvenil de calaveradas y gamberradas en una aventura patética que dejará secuelas indelebles en uno de ellos, casado con una mujer mucho más joven que él. El seductor de la coqueta es un joven Vittorio De Sica, en su tercera incursión en la pantalla.
Escenografía llamativa -unas veces imaginativa, otras, un poco apabullante- del pintor Giulio Boetto, que habla a las claras del nivel que había alcanzado la Anonima Pittaluga, de Turín, a finales de los veinte, un momento de profunda crisis en el cine italiano.
Los intertítulos, aunque no son de los subliminales, se quedan en ocasiones un puntín cortos.