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Aparte de documentales dedicados a la División Azul en la Deutsche Wochenschau, existe un documental de 37 minutos de duración, fechado en 1942 titulado La división azul realizado por Joaquín Reig Gozalbes y Víctor de la Serna y producido por Alianza cinematográfica; el locutor fue el celebérrimo Fernando Fernández de Córdoba. En él, se hacía referencia a la Legión Cóndor y la intervención nacionalsocialista en la Guerra Española como precedente de una colaboración que se consumaría más tarde. Este tono pseudonazi jamás invadiría las imágenes de NO-DO.
Rafael R. Tranche & Vicente Sánchez-Biosca (No-Do. El tiempo y la memoria)
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No he pretendido hacer que nadie pase un mal rato. Pero es un documental que hay que ver. Y que resulta difícil encontrar. Porque da vergüenza ajena. Y, a muchas prominentes personalidades que pretenden olvidar sus orígenes franquistas extremos, vergüenza propia. Ellos quisieran que este film desapareciera y/o fuese olvidado para siempre. Ahí está la 'ilustre' figura de su guionista, un nazi acérrimo que hasta 2013 dio nombre al Premio al Mejor Periodista del año, otorgado por la Asociación de la Prensa de Madrid desde 1973. ¡Qué barbaridad! Entre quienes lo ganaron, personas tan opuestas a la ideología fascista como Maruja Torres, Iñaki Gabilondo, Vicente Romero, Nativel Preciado... Hijo de Concha Espina, ensució su herencia intelectual trabajando para la embajada de Hitler en Madrid y, según sus biógrafos, colaborando con Walter Mosig, asesor nazi de la policía política franquista en la represión de los primeros años de nuestra posguerra. A su texto en el documental le puso voz el llamado 'locutor de Franco', famoso por haber leído el último parte de guerra en 1939. Tápate la nariz, Eddie, pero no los oídos. Es interesante saber de dónde venimos y todo lo que hemos tenido que perdonar. ¡Pero no olvidar! Porque, como decía Ramón J. Sender, 'perdonar depende de nuestra voluntad; pero olvidar, no.' A veces el cine sirve como memoria. Esta es una de ellas.
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Tiene dos partes claramente diferenciadas. La primera hace una apología del levantamiento militar como la lucha del catolicismo contra un comunismo de inspiración semítica. Es aquí donde se nota la pluma de Víctor de la Serna, con las referencias a "la raza impura" y otras lindezas. El montaje sobre la colaboración de Alemania e Italia en la Guerra Civil -minimizado durante la contienda- da paso al aspecto más delirante del documental: la provocación británica, francesa y polaca ante las legítimas aspiraciones territoriales del pueblo alemán, que obligan a Hitler a poner en marcha la campaña europea y a España a apoyarlo en el momento en que Stalin entra en acción. A partir de aquí aparece lo más interesante del reportaje, en el que el verbo encendido de Fernández de Córdoba no deja de vincular una y otra vez la guerra de acá con la de allá. Las alusiones frecuentes a falangistas y requetés -uniforme pardo, camisa azul y boina roja- pronto quedarían proscritas del discurso oficial.
