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Divertida película soviética de finales del silente. A los infortunios del protagonista, se une el hecho de tener una esposa despótica que lo humilla sin cesar. Cuando su caballo se cansa y él debe cargarlo en su espalda, la película alcanza tonos de surrealismo, no muy alejados de las películas de Charley Bowers o incluso de Keaton. Las críticas contra el estamento religioso están muy claras y uno se pregunta si un argumento como éste debió gustar a los elementos del Estado posrevolucionario. En suma, un agradable descubrimiento para aquellos que no veían posible las películas satíricas o abiertamente cómicas del cine ruso de esa etapa.
(Eddie Constanti)
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Esta parábola filosófica, filmada según el estilo de la gráfica popular rusa, es una desconocida obra maestra del cinematógrafo. Un campesino pobre, Jmyr, inicia una travesía en busca de la felicidad. Al comienzo, tiene suerte: encuentra un bolso con dinero, compra un caballo y un arado y obtiene una gran cosecha en el otoño. Pero un trío de temer [un campesino adinerado, un terrateniente y un clérigo] le despojan de todo. Luego, Jmyr va a la guerra... y de regreso se une a una granja colectivizada, pero resulta ser el peor de los trabajadores. ¿Llegará Jmyr a ser como los demás?
