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Simpático mediometraje (41 minutos), que no por desarrollar una historia bastante conocida, deja de ofrecer sus alicientes.
A Feuillade no lo vamos a presentar ahora. Un señor que parió cosas como "Judex", "Los vampiros" y "Fantomas", por ejemplo, no requiere mayor gasto de texto.
Volviendo a esta fuga de Lili, digamos que cuenta en sus mejores bazas con el capítulo interpretativo: el majestuoso Gastón Michel ("Barrabas") es el padre en cuestión y también encontramos en el reparto a René Cresté ("Judex"). La trama está llevada con buen pulso y no escasean los momentos divertidos, especialmente en su segunda parte, en casa de la familia Bugardier. Y no os perdáis el chiste final, estupendo. La copia presenta algún deterioro al principio, pero tiene virados de color y, en general, está más que potable. Una pieza más de la filmografía de Feuillade que hemos podido rescatar.
Eddie Constanti
