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Premios
1959: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1959: Festival de Venecia: León de oro
1959: Premios David di Donatello: Mejor actor (Gassman y Sordi) y producción
Esta semana se han cumplido 100 años del final de la Primera Guerra Mundial, que los italianos siempre tan exagerados calificaron como "La Gran Guerra", sin saber la que les esperaba sólo 21 años después. He estado esperando estos meses el lanzamiento de una edición en alta definición, aprovechando también el 60 aniversario del rodaje de esta película. Y, como no hay ninguna noticia sobre ello, lanzo esta versión dual que es la de mayor calidad que he encontrado.
El ya entonces experimentado realizador italiano, tenía muy reciente el éxito de su RUFUFÚ (I soliti ignoti) y quiso hacer una película no sobre la guerra mundial que había vivido en plenitud, sino sobre esa gran guerra durante la cual había nacido. En 1959 era mucho más fácil tomarse en broma al Kaiser que al Führer y, además, ese mismo año Rossellini iba a conmover al mundo con la tragedia del supuesto general della Rovere.
Visto con la perspectiva de los años, no ha faltado algún crítico que haya comparado la experiencia bélica de Gassman y Sordi con la escapada aventurera de Trintignant y el propio Gassman en IL SORPASSO. Pero aquí, los dos actores en manos de Monicelli, se convierten en dos ases cómicos, que sacan una sonrisa al espectador por más que el filme transcurra en el mismo infierno. La diferencia entre La Gran Guerra y otras películas bélicas es precisamente el toque de humor que aporta, sin que por ello eso impida mostrarnos el horror de la guerra en toda su máxima expresión. Porque es típico del romano Monicelli recorrer a los dobles sentidos y a la ironía para explicitar las situaciones. No olvidemos que el propio director acabó sus días también muy cinematográficamente, lanzándose por la venta del hospital en el que estaba internado por un cáncer de próstata.
