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La hija adoptiva


General

Titulo original: Nasanunaka
Nacionalidad: Japón
Año de producción: 1932
Género: Drama

Otras personas

Director: Mikio Naruse
Escritor: Shunyo Yanagawa; Kôgo Noda
Productor/Estudio: Shochiku
Compositor:
Fotografia: Eijirô Fujita; Suketaro Inokai; Masao Saito

Funcionalidades

Duración: 78
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: DVD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 1,2 Gb

Reparto

  • Yoshiko Okada
  • Shinyo Nara
  • Yukiko Tsukuba
  • Toshiko Kojima
  • Fumiko Katsuragi
  • Joji Oka
  • Ichirô Yuki

Sinopsis

Shunsaku Atsumi, su madre Kishiyo, su aburrida esposa Masako y su encantadora hijita Shingeko viven juntos en una confortable casa adquirida con los beneficios que les proporciona su boyante negocio de pescadería. No obstante, tan pintoresco cuadro no carece de trapos sucios. Nueve años antes, la verdadera madre de Shingeko, Tamae, dejó a Shunsaku y a su hija para marchar a Norteamérica. Un día, Shunsaku es acusado de un crimen, y Tamae regresa a casa convertida en una actriz de éxito en los Estados Unidos y reclama la custodia de su hija. Entretanto, en la empresa de Shunsaku, los trabajadores y la dirección se hallan enfrentados por motivos salariales. Tamae se ofrece para sacar a la compañía de sus apuros con su propio dinero, pero Shunsaku se niega en redondo. Shunsaku ingresa en prisión y la compañía se desliza hacia la quiebra...

Comentarios

Aquí ya podemos apreciar las técnicas propias de la obra narusiana: planos cortos entrelazados que dan una clara sensación de nerviosismo a la trama, acercamientos a los rostros de los personajes para dramatizar las situaciones (nada que ver con los mareantes zooms de Valerio Lazarov en Televisión Española, en los años setenta), travellings elegantes siguiendo la acción, detalles nimios que parecen carecer de importancia pero ayudan a dar corporeidad a las situaciones...

Al espectador atento tampoco le pasará por alto una de las características que hermanan el cine de Ozu con el de Naruse: la presencia estática y silenciosa de elementos sin vida que forman parte de nuestro "mobiliario" habitual y de nuestros paisajes cotidianos (el rincón de una sala vacía, unos edificios, un pasillo, una jofaina que cae, vertiendo su contenido...). Son espacios que "viven" con el ser humano y que, a pesar de ser inanimados, configuran las situaciones en que nacemos, vivimos y morimos.

En el capítulo interpretativo hay que empezar a destacar el papel de las mujeres en el cine de Naruse. Tanto la madre adoptiva como, especialmente, la auténtica, nos ofrecen un recital de sentimientos, desbordados a veces, contenidos en otras, estremecedor.

Película dramática que no carece de esos toques críticos hacia el entorno social japonés de esa época, que Naruse sabía suministrar en pequeñas "píldoras" dentro de sus producciones.