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Esta película de 1920 es una de las más antiguas de Fritz Lang y durante décadas se consideró perdida antes de que apareciera una copia en Brasil en 1986. Se supone que sólo han sobrevivido unos dos tercios del filme. Hemos leído cuatro reseñas diferentes y cada una nos da una descripción diferente de la trama. Trata de una mujer viuda (Mia May) que huye de su esposo (sólo lo es nominalmente) y termina en una cabaña de montaña donde se esconde el que parece ser hermano gemelo de su marido, que en principio debería estar muerto. Con este enunciado, ya os podréis hacer una idea de la complejidad del guion.
No hay duda de que la película es bastante diferente a lo que Lang estaba haciendo en esa época. Hay quien afirma, incluso, que el argumento pudo haber influido en Buñuel por varios aspectos de temática religiosa (hay algunas imágenes sorprendentes, entre ellas la de una supuesta Virgen María que desciende por una montaña). Otra punto interesante es el trabajo de Mia May, la protagonista, que es francamente impresionante, mostrándonos su tortura interna y el miedo que la atenaza de una forma realista y convincente.
La fotografía es espléndida y los escenarios naturales quedan realzados por el buen hacer de Lang. Sólo nos queda esperar a que un día aparezca una copia completa, puesto que por la misma complejidad de la trama, se produce más de un momento de confusión. Con todo, tiene méritos suficientes para dedicarle un visionado y la copia está estupendamente restaurada.