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La ley de la hospitalidad


General

Titulo original: Our Hospitality
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1923
Género: Comedia

Otras personas

Director: Buster Keaton; John G. Blystone
Escritor: Jean C. Havez; Joseph Mitchell; Clyde Bruckman
Productor/Estudio: Joseph M. Schenck Productions
Compositor:
Fotografia: Gordon Jennings; Elgin Lessley

Funcionalidades

Duración: 75
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 2,2 Gb

Reparto

  • Buster Keaton
  • Joe Roberts
  • Ralph Bushman
  • Craig Ward
  • Monte Collins
  • Joe Keaton
  • Kitty Bradbury
  • Natalie Talmadge

Sinopsis

Las familias Canfield y McKay han sido enemigas desde siempre sin que nadie recuerde la razón de la pelea. Una noche tempestuosa en 1810, después de que un McKay sea víctima de esa lucha, una de las mujeres de McKay decide que su hijo, Willie McKay, no sufrirá el mismo destino, enviándolo a Nueva York para vivir con una tía, que lo educa sin decirle nada de esa enemistad.
Veintiún años más tarde, Willie recibe una carta que le informa que su padre ha muerto. Su tía le cuenta de la pelea, pero él decide volver a su lugar de nacimiento de todos modos, a reclamar su herencia.En el camino se enamora de una joven,Virginia (interpretada por la esposa en la vida real de Keaton, Natalie Talmadge). Una vez que llegan a su destino, ella lo invita a cenar en su casa. Su familia es Canfield. Pronto el patriarca de los Canfield se entera que el joven McKay está en la ciudad y vendrá a cenar esa noche. Afirma que la pelea de sangre continuará pero decretará que McKay no bebe morir en el interior de su casa. El padre se refiere a esto como “nuestra hospitalidad”, una versión ficcionada del código meridional de hospitalidad.

Comentarios

Dos audios.Uno compuesto por Carl Davis y ejecutado por la Thames Silent Orchestra (Ac3 6ch.)
y otro de Donald Hunsberger (Ac3 2.0).

Ciertamente no es de las mejores de Keaton, pero su vigencia cómica y cinematográfica sigue siendo incontestable. A modo de balance: engancha con un prólogo dramático y oscuro, cautiva con ese surrealista trayecto en tren que serviría de ensayo a la superior The General, arranca carcajadas purísimas con su entrada, triunfal, en la mismísima boca del lobo, pero luego baja el pie del acelerador y se relaja en exceso, rozando incluso cierto estado de ánimo parecido al aburrimiento. Su tramo final, sin embargo, vuelve a reconciliarnos con un cineasta enorme que, en unos tiempos en los que el cine aún daba sus primeros pasos, supo innovar, inventar y maravillar sin perder en ningún momento la capacidad de hacer reír al espectador. En este caso, además, con un sentido del humor por momentos negrísimo y un ensamblaje técnico (toda la odisea en el río y la montaña) sencillamente portentoso. Lo dicho: un mago, un titán de este noble y menospreciado género que es la comedia.