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La muñeca


General

Titulo original: Die Puppe
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1919
Género: Comedia

Otras personas

Director: Ernst Lubitsch
Escritor: Hanns Kräly; Ernst Lubitsch; E.T.A. Hoffmann
Productor/Estudio: Projektions-AG Union-Films
Compositor:
Fotografia: Theodor Sparkuhl

Funcionalidades

Duración: 66
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: HDTV
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 1,8 Gb

Reparto

  • Ossi Oswalda
  • Hermann Thimig
  • Victor Janson
  • Gerhard Ritterband
  • Marga Köhler
  • Jakob Tiedtke
  • Max Kronert

Sinopsis

El Baron of Chanterelle obliga a su sobrino a casarse de inmediato para así continuar la línea familiar, pero la timidez del muchacho lo lleva a rehuir a todas las jovenes del pueblo y hasta a refugiarse en un monasterio de monjes glotones. Ellos, interesados por el dinero, le recomendarán casarse, pero no con una mujer, sino con una muñeca-robot

Comentarios

En 1919 Lubitsch ya estaba haciendo méritos de sobras para ser considerado uno de los directores alemanes más importantes del momento, aunque por entonces no se le asociaba tanto a la comedia como a los grandes dramas suntuosos de época. La Muñeca sería un pequeño y agradable paréntesis en su carrera en ascenso, una película sencilla contada con vocación de cuento, algo que se nota ya en su sorprendente y entrañable prólogo en que vemos al mismo Lubitsch montando una casa de muñecas y el paisaje que le rodea para luego introducir en su interior dos muñecos. A continuación se ve un plano de la casa, de la que sale el protagonista, como si esos muñecos hubieran cobrado vida a manos de su creador.

Todo el film está impregnado de ese aire irreal y estilizado de cuento infantil: los decorados pretendidamente no realistas (por ejemplo, en una cocina podemos encontrar dibujadas en la pared las sartenes y cacerolas), los caballos interpretados por hombres disfrazados, los dibujos del sol y la luna… todo ello está creado de forma pretendidamente no realista pero manteniendo una estética de cuento, casi como si los personajes y espacios fueran dibujos que han cobrado vida.

Sin embargo Lubitsch estaba lejos de ser un director inocente, y combina gags típicos de película infantil con otros que insinúan ideas más bien adultas. Del primer tipo podemos destacar el protagonista empapado pidiendo al sol que le seque para a continuación achicharrarse hasta el punto de que sale humo de su cuerpo, o cuando Hilarius descubre consternado que Lancelot no se ha llevado una muñeca, sino a su hija, lo cual provoca que se le pongan todos los pelos de punta y le encanezcan súbitamente hasta que se soluciona el conflicto y recobran su color habitual.
Pero también podemos encontrar gags más adultos como esos avariciosos monjes que devoran su comida con una glotonería que resulta hasta desagradable y que además se quejan del hambre y necesidad que deben pasar. Tampoco debemos pasar por alto el miedo que tiene Lancelot al sexo, algo que de ninguna manera Lubitsch pasaría por alto ni en un cuento infantil. Su extremada inocencia y candidez infantil resultan cómicas cuando ha de enfrentarse a mujeres. Tampoco olvida el director de ninguna manera el componente erótico que supone tener una muñeca femenina a tamaño real, una mujer que obedece a las órdenes de uno, como se ve en la escena en que Hilarius busca deleitar a su cliente mostrándole su corte de muñecas, quienes se dirigen coquetamente a Lancelot y le rodean, provocando que éste se ponga nervioso y pida una muñeca menos atrevida.
Durante el film, Ossi (la hija de Hilarius) se hará pasar por la muñeca y no podrá evitar enamorarse de ese joven tan ingenuo con momentos tan divertidos como cuando quiere recostarse en su regazo en el coche de caballos y para ello finge haberse caído, lo que provoca obviamente la turbación de Lancelot. También resulta destacable la escena en que éste ha de cambiarla y ponerle el vestido de novia, instante que indudablemente resulta tan violento para él como para ella.

La película resulta divertida aunque las actuaciones del reparto hoy en día pueden antojarse un tanto grotescas y exageradas, sin embargo responden en realidad a las necesidades del tipo de comedia que representaban y que además encajan en este mundo fantasioso de cuento.
Los mejores momentos obviamente vienen de mano de Ossi y todos los problemas que pasa ella para disimular que es una persona real, así como su imitación de los movimientos de la muñeca, que tienen como momento culminante los instantes en que se pone a danzar, sin duda un auténtico precedente del baile al estilo robot.

Un film para contemplar disfrutando del encanto que tiene como cuento audiovisual que se desmarca de los films de época que Lubitsch estaba rodando. En todo caso podría enlazarse por el argumento y las situaciones de confusión más bien con sus futuras comedias de enredo.

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He aquí una de las películas alemanas más célebres de Lubitsch, ligeramente sobreestimada (así como El gato montés es una de las menos reconocidas). La fábula es encantadora, pero sus recursos son previsibles, y la habilidad del cineasta consiste en reforzar la estilización para darle estilo. Lubitsch en persona dispone los elementos de una maqueta que compondrá el primer decorado, y el héroe esconde en su pechera un corazón de cartón-piedra. La frescura de este tipo de gags —quealgunos guiños de La dama del armiño intentarán recuperar en 1947— disimula tal vez una advertencia más amarga: somos todos autómatas reducidos a conformarnos con el papel al que se nos ha destinado. Pero siendo Lubitsch el que mueve los hilos, la payasada logra provocar la fascinación, como en esas secuencias finales en las que el deseo naciente convierte en carne a un supuesto autómata. En un mundo de monjes lascivos, nobles ajados y decorados recortados, la fantasía de Ossi Oswalda hace maravillas, ¡aunque cueste creer que un joven galán, poco espabilado, llegue a utilizarla como perchero!

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…Este hecho contrasta con una película realizada dos años antes por Ernst Lubitsch, La muñeca (Die Puppe,1919), que parece una respuesta cómica a El gabinete del doctor Caligari pero que muy probablemente se refiere más a películas como Homunculus (Otto Rippert, 1916) y Hoffmanns Erzählungen (Richard Oswald, 1916). El argumento está basado en una farsa matrimonial judía archiconocida, adaptad al cine en numerosas ocasiones desde1907.En la versión de Lubitsch, un joven tímido, obligado a casarse para poder así heredar la fortuna de su tío, se refugia de las hordas de pretendientes en un monasterio. Los monjes, deseosos de obtener su parte del botín, urden una treta: ¿por qué no casarse con una muñeca mecánica de tamaño natural? Pero el ayudante del fabricante de la muñeca comete un error fatal con consecuencias absurdas que finalmente se resuelven deforma feliz. En el aspecto temático, La muñeca se basa también en el relato de E.T.A. Hoffmann The Sandman (a partir del cual Freud elaboró su constructo de "lo inquietante"), con la salvedad de que Lubitsch se mofa de la ansiedad del héroe masculino con respecto al sexo y el matrimonio. De hecho, parece más que su intención es parodiar las historias trágicas, melodramáticas y de terror que el cine alemán de los años 20 mostrará con dobles, homúnculos y robots.