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La noche del cazador


Personal

Valoración personal: 9 stars

General

Titulo original: The Night of the Hunter
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1955
Género: Negro

Otras personas

Director: Charles Laughton
Escritor: James Agee; David Grubb
Productor/Estudio: United Artists
Compositor: Walter Schumann
Fotografia: Stanley Cortez

Funcionalidades

Duración: 93
Pistas de idioma: Castellano; Inglés
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BR
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 3,3 Gb

Reparto

  • Robert Mitchum
  • Billy Chapin
  • Sally Ann Bruce
  • Shelley Winters
  • Lillian Gish
  • Peter Graves
  • Evely Varden
  • James Gleason

Sinopsis

Tras cometer un atraco, un padre confía el botín a sus dos hijos pequeños, antes de ser detenido. Esperando su ejecución, comparte celda con un siniestro predicador -sobrecogedor Mitchum-, que oye en sueños la historia del dinero. Comienza así una fascinante y terrorífica persecución que cautiva sin descanso por la fuerza de sus imágenes y la potencia del relato. Un maravilloso cuento cinematográfico de una capacidad hipnótica visual nunca superada. Considerada en la actualidad como una indiscutible obra maestra, tuvo muy poco éxito en su estreno, motivo por el que Laughton no volvió a dirigir nunca más. Una joya imprescindible

Comentarios

En otro archivo Que Grande es el Cine, de José Luis Garci. Programa 293. Presentación y coloquio.
Fecha de emisión: 11-febrero-2002. Invitados: Juan Manuel de Prada, Clara Sánchez y Antonio Martínez Sarrión.

La maestría de esta genial película no solo radica en su música y sus imágenes poéticas, en su belleza indiscutible o en su oscuridad, radica en lo heterogénea que es. Una mezcla de thriller gótico (pero en la América profunda) con referencias a los cuentos de hadas (Hansel y Gretel), al cine mudo de Griffith (no es casual la presencia de Lillian Gish) o al fanatismo religioso y la crueldad infantil. Todos esos temas surgen en apenas hora y media de puro cine. Muchos dicen que cae en el ridículo, pero es que la película se desliza por el territorio onírico y se convierte en un cuento con niños y ogro. Todos los efectismos están plenamente justificados gracias al magnífico guión, al montaje y a la prodigiosa interpretación de Robert Mitchum como predicador fanático y divertidamente malvado. Es una verdadera maravilla que en el cine americano de los 50 se pudiese rodar una película tan llena de significados (incluso referencias bíblicas) y tan bella y poética ( la poesía o la sutilidad reflexiva eran más propias del cine europeo de la época) . El precio fue alto: un inmercecido fracaso de público y crítica y el perdernos otras películas que ese gran actor llamado Charles Laughton podría haber dirigido. Una pena, pero siempre nos quedará esta maravilla para ver en una oscura noche veraniega.