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Parece increible pensar que Blanche Sweet tenia solamente 15 años de edad cuando fué dirigida en esta película de la Biograph de 1911 por el genial D.W. Griffith.
A pesar de su corta edad su interpretación fué muy lograda, dejando al descubierto unas innegables condiciones artísticas. Desde el punto de vista del director, fué su film más completo en la época en que trabajó para la Biograph, ensayando una serie de trucos de montaje que fué perfeccionando en los años sucesivos, hasta llegar a la producción de sus grandes obras posteriores.
The Lonedale Operator es la película clásica de Griffith. La hija del empleado de telégrafos de una estación ferroviaria desierta ocupa el puesto de su padre cuando éste enferma y defiende valientemente la estación contra los ladrones hasta que su novio, ingeniero, consigue volver a rescatarla. Rodada en 97 planos, más de los que hasta entonces había utilizado, Griffith construye el suspense mediante un poderoso montaje paralelo. Acerca su cámara a la protagonista para mostrar su expresivo rostro y, en un primer plano de detalle nos muestra su argucia al fingir que un cascanueces es una pistola. En las copias originales las escenas que sucedían al apagado de la lámpara se debían tintar de azul para expresar la semioscuridad que le permite engañar a los villanos.
