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Oscar Cooper para
NOTICIAS DE CINE EN MOVIMIENTO
15 de abril de 1916
Aquí está Mae Marsh en su primera obra de teatro Triangle, justificando plenamente todas las predicciones de su aptitud eminente para protagonizar películas. Se le ha proporcionado una historia típica de las Bellas Artes, un reparto de primer nivel y una dirección superior.
Incluso si la señorita Marsh no estuviera rodeada de estos, creemos que no podría dejar de obtener un éxito personal. Porque, sin lugar a dudas, nació para la cámara. Pero la historia de Granville Warwick hace posible la creación de un personaje real: Hoodoo Ann, esclava del orfanato; heroína de un incendio; figura central en un misterio, y finalmente la Sra. Jimmie Vance. Todos los dones de expresión y pantomima de la señorita Marsh entran en juego. Ella no actúa Hoodoo Ann; ella es Hoodoo Ann. Allí ha resumido en cuatro palabras toda la historia, en lo que se refiere a la señorita Marsh.
Sería bueno decirle también que esta imagen hará las delicias no solo de sus clientes adultos, sino también de los niños. Tiene un atractivo tan universal como cualquier imagen que hayamos visto.
Robert Harron, como Jimmie Vance, es el hábil primer asistente de la señorita Marsh y se siente perfectamente cómodo en su papel. Es superfluo hablar de la habilidad de Harron en la pantalla, o de su trabajo en una imagen en particular. Él siempre es bueno. Otros en el reparto -a todos les va bien- son William H. Brown, Wilbur Higby, Loyola O'Connor, Mildred Harris, Pearl Elmore, Anna Hernandez, Charles Lee, Elmo Lincoln y Robert Lawler.
Lloyd Ingraham, el director, y Granville Warwick, el autor, prodigaron ingenio en esta producción. Está lleno de esos pequeños toques humanos por los que son famosos los cuadros de Bellas Artes. Esto se aplica a los subtítulos también. La introducción de un personaje que no tiene nada que ver con la historia gana una agradable sorpresa. Este es un truco inteligente que necesita ser visto para ser apreciado. Baste decir que proporciona un final muy novedoso.
Otro buen golpe es la introducción de un espectáculo de imágenes en movimiento al que asisten Harron y la señorita Marsh. Ven allí un "mellerdrammer" occidental al viejo estilo. La imagen que ven es, por supuesto, realmente burlesca en la vieja escuela de imágenes, pero también es necesaria para la trama.
Finalmente, "Hoodoo Ann" tiene un alto grado de suspenso, así como un alto grado de interés y humor. El manejo del misterio del "asesinato" al final es sumamente ingenioso. No hay asesinato, pero hasta que se aclare el misterio, el espectador está ansioso por la seguridad de la pequeña Hoodoo Ann. Hay otras cosas notables sobre este tema, pero todas apuntan a la misma moraleja: es un photoplay real.