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La prairie en feu


General

Titulo original: La prairie en feu
Nacionalidad: Francia
Año de producción: 1912
Género: Western

Otras personas

Director: Jean Durand
Escritor:
Productor/Estudio: Société des Etablissements L. Gaumont
Compositor:
Fotografia:

Funcionalidades

Duración: 14
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: DVD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 240 Mb

Reparto

  • Joë Hamman
  • Berthe Dagmar
  • Gaston Modot
  • Ernest Bourbon

Sinopsis

Un jefe sioux se enfrenta al delegado de gobierno tras no aceptar la asignación de la reserva para su tribu.

Comentarios

¿Se pueden producir westerns en la Camarga francesa y equipararlos a los originales del West americano? En los doce cortos que aquí os presentamos podréis encontrar la respuesta. Jean Durand se propuso recrear las hazañas de Tom Mix, John Ford y William S. Hart, en parajes mucho más cercanos para él, cambiando llanuras de Arizona por lagunas francesas y recodos del Gran Cañón por cañizales arroceros. Digamos enseguida que en algunos cortos la "hazaña" se consigue más que en otros, pero que no faltan nunca las cabalgadas, los asaltos a trenes, las pistolas con gatillos fáciles y los ladrones de caballos.

Experimento interesante, hito para la historia del cine y punto de partida para posteriores géneros como los que llevaron a cabo los alemanes con las aventuras de Old Shatterhand y Winnetou (Karl May) sin contar con las proezas de Sergio Leone desde Italia y los spaguetti-westerns españoles, de infausto recuerdo (aunque algunos los veneran, seamos respetuosos con ellos). De cualquier forma, era necesario que alguien abriese camino y fuese un pionero; y Jean Durand tomó la delantera.

Si os gustaron las comedia de la primera parte de esta antología, acercaos a estos westerns; no os defraudarán. Hay tensión, ritmo, polvaredas, venganzas y buenos y malos. Y hay, especialmente, ilusión, arrobas de ilusión. A esa gente de los inicios del cine les faltaban recursos, pero andaban llenos de sana desvergüenza. Así fue como crearon historia, con desparpajo y valentía. Y así es como os los presentamos desde esta humilde y voluntariosa tribuna.