Comentarios
Ripeada por Arupa a partir de un mp4 de 2,8 GiB procedente de la Cinémathèque Francaise.
Esta película la pudo firmar Alfred Hitchcock... de haber nacido diez años antes. Pero fue René Clair, quien ya había asombrado con su "Paris qui dort" y "Le voyage imaginaire", el artífice de esta magnífica muestra de, podríamos llamar, "suspense controlado". Algo que nos hace meditar sobre la validez o no de ciertas argumentaciones, lanzadas por determinada clase de crítica cinematográfica, que arrasan todo lo que les parece que "huele a naftalina" y entrecierran los ojos de placer ante técnicas posteriores que, en muchas ocasiones, no son sino pobres remedos de creaciones añejas.
"La proie du vent" se adelantó a su tiempo no sólo en el empleo de la tensión y el suspense dosificado, sino en la elegante puesta en escena al servicio de una historia que avanza, con pausas y miradas llenas de significación, hacia un final que es, ante todo, un descanso para el espectador. Todos conocemos al Clair de inicios de los treinta tildado por algunos de "populista" en exceso. Aquí, el director se mueve en un registro mucho más intimista: buenos que parecen malos y que más tarde podrían ser otra vez buenos, sorpresas sin explicación, juego de significancias semiveladas (esa maravillosa escena del cigarrillo encendido por él y por ella...), hermanas antagonistas. A este respecto, cabría alertar al futuro espectador: apenas avanzada la película, llegará un momento en que el relato parece no tener ningún sentido; esperad unos minutos, las imágenes pronto tendrán su razón de ser. Os invito a que la veáis o, mejor, os dejéis llevar por ella.
Unas notas sobre el reparto. Charles Vanel, como siempre, está más que correcto y eficaz. Sandra Milovanoff, que dos años después repetiría con Vanel en "Dans la nuit", mujer atormentada. Lillian Hal Davis, exquisita. Y el resto, cumple perfectamente. Por cierto, la copia está restaurada.