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Esta temprana producción española (1927) es una película intencional que desarrolla un argumento melodramático y efectista con una declarada voluntad didáctica. Producida por el Comité Ejecutivo Antivenéreo durante la dictadura del general Primo de Rivera -y con guion de Leopoldo Bejarano-, se trata de un ejemplo de film propagandístico que se encuadra en una potente y generalizada aplicación del cine como herramienta de propaganda y educación sanitaria, particularmente en las campañas de lucha contra las enfermedades venéreas y, en concreto, contra la sífilis.
El argumento es relativamente limitado y el interés contemporáneo de la cinta estriba principalmente en la combinación de elementos de ficción y documentales para conformar un docudrama en dos partes bien diferenciadas que abordan una doble voluntad pedagógica: así, a la descripción del desdichado fin de un imprudente joven cuyos instintos le han conducido a contraer la fatal enfermedad, le sucederá una segunda en la que podremos asistir al esfuerzo de las instituciones y de los profesionales que luchan contra las enfermedades venéreas desde el conocimiento y la autoridad científico-sanitaria.
Dentro de ese tipo de cine de pedagogía sanitaria en España, "La terrible lección" tal vez sea su muestra más sobresaliente.