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La vie miraculeuse de Thérèse Martin


General

Titulo original: La vie miraculeuse de Thérèse Martin
Nacionalidad: Francia
Año de producción: 1929
Género: Drama

Otras personas

Director: Julien Duvivier
Escritor: Julien Duvivier; Therese de Lisieux
Productor/Estudio: Les Films Marcel Vandal et Charles Delac
Compositor:
Fotografia: René Guichard; Armand Thirard

Funcionalidades

Duración: 115
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 2,7 Gb

Reparto

  • Simone Bourday
  • André Marnay
  • Janine Borelli
  • François Viguier
  • Lionel Salem
  • Nikolai Malikoff
  • Pierre Blondy

Sinopsis

A los once años, Thérèse entró en el convento de las Carmelitas, en la localidad de Lisieux, falleciendo prematuramente, por tuberculosis, a los 24 años, siendo muy pronto elevada a los altares.

Comentarios

Dicen que cuando Duvivier hizo esta película, ya había perdido la fe. Dos veces el diablo regresa cuando Thérèse tiene sus momentos de duda y miedo y hace esta terrible pregunta: "¿Qué hay después de la muerte?". Respuesta: "¡NADA!". Considerando las películas que Duvivier haría después del silente, este trabajo es bastante extraño. A diferencia de "Thérèse" (1986) de Alain Cavalier, "La vie miraculeuse..." incluye escenas espeluznantes: el Cristo sufriente que muestra el camino a la joven, la sombra de Cristo que lleva su cruz en la pared de la iglesia cuando el padre de la joven sale de la iglesia después de que ella haga sus votos, las apariciones del mal (no más ridículas que, digamos, en las películas de Terence Fisher), los pétalos que caen sobre las velas que la gente enciende para rogar ayuda a la santa (una santa cuya popularidad es enorme; he visto una iglesia dedicada a ella en el este de Europa).

Al igual que Bernadette, Teresa era una chica sencilla aunque su familia era más educada y sus padres querían ser monje y monja, respectivamente, antes de casarse (pero en esos días había que saber latín para serlo). Aparte de las secuencias sobrenaturales, Duvivier retrata a Thérèse con una gran sencillez: esta sencillez es lo que la hace tan entrañable, incluso para los incrédulos. Huelga decir que nunca volvería a haber una mujer tan perfecta en la obra de Julien Duvivier.