Comentarios
Este primer silente de Frank Capra (sin Langdon), tiene como protagonista a Shirley Mason,m como una chica algo "grupy" que cree que ama a un famoso boxeador (Johnny Walker). Pero éste sólo tiene ojos para sí mismo. A ella la ama un tímido modista (William Collier, Jr.) que trabaja al otro lado de la calle y que pone su firma en todos sus diseños de vestidos. Cuando consigue los boletos para el "baile de los boxeadores", la invita y le presta vestidos de su tienda para que ella pueda lucirlos a su gusto.
En el baile, el boxeador se encapricha de la desconcertada Shirley y la aleja de Collier, a quien finalmente echa a la calle. Por supuesto, Collier, que ha tomado lecciones de boxeo, prepara un gran combate contra Walker. El final está asegurado, después de que Shirley prepare la gran droga (con salami, pepinillos y leche) y Collier se dedique a "trabajar" el estómago del fatuo boxeador.
El elenco de la película se esfuerza, pero el material es demasiado flojo. Mason (a los 28 años) estaba muy cerca del final de su carrera en el cine, pero aún se mantiene fresca para atraer a Collier, bastante adecuado como héroe, pero demasiado insustancial como para que nos lo creamos capaz de ganar al "percha" del boxeador.