3613

Laila


General

Titulo original: Laila
Nacionalidad: Noruega
Año de producción: 1929
Género: Melodrama

Otras personas

Director: George Schnéevoigt
Escritor: George Schnéevoigt; Jens Andreas Friis
Productor/Estudio: Lunde Film
Compositor: Robert Israel
Fotografia: Allan Lynge

Funcionalidades

Duración: 146
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: DVD
Soporte: DivX
Tipo archivo: AVI
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 1,7 Gb

Reparto

  • Mona Mårtenson
  • Tryggve Larssen
  • Harald Schwenzen
  • Peter Malberg
  • Cally Monrad
  • Henry Gleditsch
  • Finn Bernhoft
  • Lilly Larson-Lund
  • Ibe Brekke
  • Aslag Aslagsen Sara
  • Rasmus Christiansen
  • Mattis Morotaja

Sinopsis

Un matrimonio de comerciantes noruegos, que vive en una recóndita zona habitada únicamente por lapones, pierde a su hija camino a la iglesia para bautizarla. Aunque creen que ha perecido atrapada por los lobos, en realidad ha sido descubierta por un miembro del clan lapón más importante de la zona y, posteriormente, ha sido adoptada por el jefe del mismo, que la cuida como si fuera una hija propia. Pasa un año, y de visita al pueblo éste descubre quiénes son los verdaderos padres de la niña y, lleno de pesar, se la devuelve. Desgraciadamente, un tiempo después la peste asola el poblado y, ante la muerte de sus padres biológicos, la niña regresa con los lapones, que la crían hasta su edad adulta. Laila crece y se convierte en una hermosa muchacha destinada a casarse con el otro hijo adoptivo del jefe del clan. Pero entonces ésta traba conocimiento con un joven comerciante noruego por el que se sentirá atraída.

Comentarios

Considerada una de las grandes películas del cine mudo noruego, Layla (1929) es una pequeña joya que, pese a su argumento quizá algo tópico a nuestros ojos actuales, se beneficia tanto del principal rasgo del cine escandinavo de la época (su forma de capturar esos impresionantes paisajes e integrarlos con los personajes) como de ese estilo tan típico de finales de la era del mudo, en que los cineastas llegaron a un punto de perfección a la hora de narrar sus historias con imágenes que hace que muchos lamentemos que el sonido no se demorara unos pocos años más.