Comentarios
Serial de gran éxito, producido por Studio Films. Se dio por perdido durante décadas hasta que en 1990 fue rescatado y enviado a España por la Cinemateca del Sodre (Uruguay).
De hecho aquí cabría decir "serial a la catalana", dado que esta producción se gestó en dichas tierras y la dirigió un catalán, Joan Mª Codina. Era el tiempo en que el cine mundial utilizaba este género para atrapar al espectador, dejándole sin aliento hasta la semana siguiente, donde se comprobaba si la heroína caía o no al pozo lleno de cocodrilos. "Los peligros de Paulina", "Fantomas", etcétera, son algunas muestras de historias en forma de serial. Aquí no podíamos ser menos y, aunque los medios eran mucho más precarios, el ingenio de los guionistas trataba de paliar la falta de liquidez. "Las máscaras negras" presenta una historia rocambolesca donde una sociedad secreta asesina a uno de los hermanos científicos que poseen la fórmula de un potente explosivo. A veces se alternan hasta cuatro escenarios distintos para dar más verosimilitud a la trama y tan pronto estamos en un triste descampado como en un lujoso salón. Los actores se esfuerzan por transmitirnos maldad, miedo, bondad, romanticismo... y uno , en estos tiempos, bien entrado el siglo XXI, no puede por menos que verlo todo con simpatía e incluso con algo de ternura. La copia nos ha llegado en un estado bastante lamentable y faltan abundantes escenas, pero como muestra de este cine esforzado y primerizo, puede servir como referencia para los arqueólogos del séptimo arte.
Eduard José Gasulla
----------------------------------
Bajo la dirección de Joan M. Codina, la productora barcelonesa Studio Films emprende en 1918 el rodaje de una teoría de seriales que proporcionan cierta robustez empresarial a la empresa: Codicia (1918), Mefisto (1918), El protegido de Satán (1919)... La popularidad de estas emocinantes películas de episodios sirve para configurar un cuadro artístico estable en el que destacan el futuro director Ramón Quadreny y actrices como Silvia Mariategui, Anita Stephenson o Bianca Valoris. Todos ellos asumen roles principales en el último intento de serial de Studio Films: Las máscaras negras. Aunque los episodios se rodaron en 1919 no tuvieron estreno -tardío, por demás- hasta finales de 1920, después de que la empresa hubiera quemados sus últimos cartuchos en dos largometrajes firmados por Aurelio Sidney, un actor-realizador procedente de la Gaumont francesa y la Cines italiana.
La intrépida Berta Winter (Rosarito Calzado), asistida por la golfilla Pitura (Silvia Mariategui) y el hercúleo criado Rocco (José Ardevol), deberá desenmascarar a los villanos de una secta comandada por el malvado Samuel Mattey (Leandro Cinca), quien con la colaboración del terrible Tarrida (Juan Argelogués) pretende hacerse con el explosivo ideado por Pablo Winter (Ramón Quadreny). Poco importa si para ello deben asesinar al hermano del científico y hacer ingresar en la sociedad secreta a Alicia Bunsems (Anita Stephenson), prometida de aquél y cegada por la idea de que Pablo haya cometido el fratricidio porque también la amaba.
En esta ocasión, la alternancia de ambientes, tan habitual en el serial, va de la mano de un montaje paralelo en el que se lleva al límite la interpolación de acciones, lo que proporciona un dinamismo singular a la dirección de Codina, sólo menguada porque la hipertrofia alcanza también a los intertítulos. He aquí los expresivos títulos de los seis episodios, dividido cada uno en dos partes: "La fórmula secreta", "El doctor rojo", "Pacto de muerte", "¡Pitusa!", "En busca de Adams" y "El triunfo de la verdad".
(carnicerito)
----------------------------------
Eso de que 'fue enviado a España' vamos a dejarlo... Fui yo a Montevideo a buscarlo y me lo traje bajo el brazo. En vista de que Filmoteca Española estaba muy ocupada, con su director (entonces y durante muchísimos años, Chema Prado) viajando por cuenta de la Administración, tuve que acabar haciendo la ordenación de materiales y el telecinado en TVE. Han pasado treinta y tres años y sigue sin hacerse una restauración como es debido. Filmoteca Española se ha limitado a hacer una copia en 'safety'. Vamos, las antípodas del BFI o la Cinemathèque Française. ¡Vergoña!
monge (Vicente Romero)
