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Hay una capital próspera y moderna a la que la vía férrea quiere llegar. Para hacer eso, deben encontrar un camino a través de Ghost Valley, pero la compañía naviera de Francis Ford, que controla todos los accesos a la ciudad y la está estrangulando, a pesar de su evidente prosperidad, envía un grupo de sinvergüenzas para detener a los topógrafos del ferrocarril. Sólo un bandido enmascarado llamado Pinto Pete (Ashton Dearholt), su látigo mortal y su sirviente cómico hacen guardia contra los villanos desesperados. Todo suena bastante improbable, y así es como el director Francis Ford maneja esta comedia de aventuras.
Dearholt y su amigo son una pareja heroica simulada, como se convertiría Cisco Kid cuando se redujese al estado de película B veinte años después. Hay una secuencia de pelea espectacular en altos acantilados que se parece mucho al tipo de cosas que las series han estado haciendo durante un tiempo; Ford los había protagonizado y dirigido para Universal, cuando él y Grace Cunard eran los principales generadores de dinero de esa productora. Entonces Ford trabajaba para el mercado de los derechos de los estados, pero aún sabía cómo filmar una escena de lucha.
