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Aquí tenemos una auténtica rareza: una película francesa (¿o quizás alemana?) de la que aún se desconoce el autor (o autores) y que se supone que fue realizada alrededor de 1923. ¿Qué nos encontramos al verla? Una historia hilarante, bien construida y con un sentido de la ironía nada despreciable. En suma, una feliz sorpresa anónima.
La trama gira en torno a la leyenda que circula por una villa de provincias, respecto a cierto caballero extranjero que fue asesinado seiscientos años antes por tres jóvenes, inducidos a ello por sus tres prometidas. Entierran al caballero y luego éste resucita para vengarse de las tres muchachas, matándolas con su beso mortal. Cien años después se repite la historia y ya en tiempos presentes se teme que todo aquel horror tenga lugar por tercera vez.
Puestos a elucubrar sobre el posible realizador de la cinta, a uno le viene a la memoria la estupenda "Le diable dans la ville" (1924), de Germaine Dulac, con la que ésta guarda bastantes semejanzas, tanto en el aspecto argumental como en el planteamiento de la producción, pero repetimos, esto no es más que una pura suposición.
Ya hemos dicho que la película está bañada de sano jolgorio, con una leve crítica social sobre los usos y costumbres de la época. Abundan los malentendidos y los lances sorpresivos surgen en cada página del guión. Se nota que se filmó en interiores, incluso las escenas "callejeras" (otro punto en común con "Le diable dans la ville") y el prototipo de los personajes queda bien fijado desde el principio (el ricachón, el alcalde, el cura...). Obra, pues, bien elaborada y divertida, que ahora os ofrecemos para que la descubráis y lo paséis tan bien como nos ha sucedido a nosotros.
Eduard José Gasulla