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Película digitalizada a partir de una sola copia incompleta. Se han agregado algunos intertítulos cuando los espacios interfieren con la comprensión de la narración. El ejemplar utilizado para esta restauración es el único ejemplar conocido en Francia. Esta es la versión francesa (titulada Les Aventures de Galaor) estrenada en París el 21 de abril de 1922 por Cinématographes F. Méric, compañía especializada en particular en la distribución de películas italianas. La película se presenta aquí con acompañamiento musical de Electra Drossos producida en el marco de la colaboración entre el departamento de patrimonio del CNC y el seminario del máster 2 de historia del arte "Cuestiones históricas del patrimonio cinematográfico" dirigido por Dimitri Vezyroglou (Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne). Gracias a Béatrice de Pastre (CNC, dirección del patrimonio cinematográfico)
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El papel de Galaor lo interpreta Alfredo Boccolini. Con un físico ágil y una estatura imponente (110 kg por 1,90 m), debutó en un circo ecuestre alemán. Voluntario en la marina cuando Italia entró en guerra, estaba a bordo de un barco puesto a disposición de Augusto Genina para el rodaje de Il Siluramento dell'Oceania (El torpedeo de Oceanía, 1917). Su físico atlético llamó rápidamente la atención del director, quien le ofreció un pequeño papel en la película. El éxito es inmediato y su personaje de Galaor suplanta al héroe interpretado por Vasco Creti. Se convierte en un nuevo "Mister Muscle" y su creciente popularidad decide que la productora Ambrosio le dedique una película entera, Galaor, en 1918, que tendrá dos secuelas: Le Ultime avventure di Galaor (1921) y Galaor contro Galaor (1924). ) . De una aventura a otra, el esquema narrativo es más o menos el mismo: los malos maltratan a los buenos a los que el poderoso Galaor acude en ayuda, para dirimir disputas y restablecer el orden. Sin embargo, para comprender el éxito y la aparición del personaje de Galaor en la Italia de la década de 1920, debemos retroceder un poco en la historia del cine y evocar a su ilustre antecesor: Maciste, personaje de ficción creado en 1913 por Gabriele D'Annunzio. y Giovanni Pastrone por la película Cabiria. Inicialmente es un personaje secundario (el de un esclavo), pero el actor Bartolomeo Pagano, ex estibador, causó sensación en el papel y los productores decidieron explotar esa notoriedad. Pagano se convierte en los años 1910-1930 en protagonista de una veintena de películas destacando sus cualidades atléticas. Un héroe solitario, siempre al servicio del bien, es conocido por su destreza física. Se lanza la vena de lo que los italianos llaman los “buoni giganti” (los “buenos gigantes”).
El éxito de Maciste en Italia, pero también en el extranjero, trajo por tanto la aparición en pantalla de varios seguidores, entre ellos Alfredo Boccolini con la serie Galaor. En general, todas estas aventuras se basan en la atracción por los actos espectaculares y las demostraciones físicas de estos "superhombres" más que en la proeza deportiva real. Nosotros estamos del lado del espectáculo y Galaor, en sus "últimas aventuras", lo comprueba para nuestro mayor placer. Aunque responda a los cánones del género, resortes melodramáticos (la madre enloquecida por la pérdida de su hijo, el sacrificio de la joven que se ofrece en matrimonio a quien salva económicamente el negocio), demostración de fuerza ( Galaor que rompe sus cadenas), la película sigue teniendo mucho éxito y ciertas secuencias merecen figurar en algunas antologías del cine de los años veinte.
Es, pues, una de las pocas películas que evoca la separación de clases sociales en el transatlántico: las condiciones del viaje en tercera clase se muestran explícitamente incluso en los menús de las comidas, lo que da lugar a una amena y divertida "redistribución" de Galaor. Sobre este tema, la película alcanza una dimensión documental bastante asombrosa. También hay suspenso en algunas escenas que muestran las habilidades atléticas de Alfredo Boccolini. Lo vemos, por ejemplo, ir en busca de la mujer demente que ha secuestrado a su sobrina pequeña, en los mástiles del transatlántico: el montaje y el encuadre crean una tensión que mantiene al espectador en vilo. Al igual que la secuencia sin aliento de la persecución por los tejados, que recuerda a la desarrollada por Émile Cohl en una de las aventuras de los Pieds nickelés para Éclair en 1917. Muy moderna en su ritmo, la película sigue siendo una producción de 1921 y transmite una pocas representaciones que hoy se considerarían fuera de lugar. Galaor contrata así para "divertir" a sus sobrinas a un joven negro ataviado con un traje de novio digno del de Spirou. No obstante, es un fiel compañero del héroe en todas sus aventuras, convirtiéndose en el coadyuvante esencial para el éxito de todos sus planes y, por tanto, de todos sus éxitos.
Beatriz de Pastre y Dominique Moustacchi
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'sobre' la composición musical
Nacida en 1998, Electra Drossos es una violinista y compositora franco-griega. Siguió una formación clásica en el Conservatorio, donde obtuvo su diploma en estudios musicales en 2019, junto con un aprendizaje en música greco-oriental y jazz. Ha actuado en los escenarios desde muy joven, tanto en orquestas clásicas como con grupos de música tradicional. Graduada en historia del arte en 2019, luego se dedicó por completo a la música de cine y se unió a la clase de música como el CRR en París. Firma la banda sonora de varios cortometrajes, así como un largometraje documental.
Componer la música original de Las nuevas aventuras de Galaor fue una experiencia muy enriquecedora, varios meses de composición en los que pude vivir mis propias aventuras. De hecho, tuve que enfrentar algunos desafíos, el principal fue componer una banda sonora original que pudiera interpretar en una película-concierto y en solitario, con mi violín. Mi segundo reto fue componer una hora de música sin parar. Así que decidí dejarme una gran libertad de estilo, combinando pasajes orquestales para subrayar las escenas de acción y aventura, con pasajes más modernos y electrónicos, aportando un aspecto contemporáneo a la película.
Electra Droso
