2219

Limite


General

Titulo original: Limite
Nacionalidad: Brasil
Año de producción: 1931
Género: Experimental

Otras personas

Director: Mario Peixoto
Escritor: Mario Peixoto
Productor/Estudio: Cinédia
Compositor:
Fotografia: Edgar Brasil

Funcionalidades

Duración: 118
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 3,1 Gb

Reparto

  • Iolanda Bernardes
  • Edgar Brasil
  • Olga Breno
  • Brutus Pedreira
  • Mario Peixoto
  • Tatiana Rey
  • Carmen Santos
  • Raul Schnoor

Sinopsis

Tres personas se hallan, sin comida, en un bote a la deriva; cada uno de esos personajes tiene un particular pasado...

Comentarios

Hoy he visto Límite (Mario Peixoto, 1931),y que queréis que os diga, la he visto enterita, desde los buitres volando hasta la mano "cortada" y los escalones que recuerdan las rayas de la caja del perro andaluz del baturro universal.
No se si Peixoto vino a París en 1930 para ver el estreno de L'Âge d'or y, ya de paso, ver también Un chien andalou (sabemos que estuvo en 1928, cuando vio un ejemplar de "Vu" que le inspiró la imagen de la mujer esposada). Tampoco nos consta que ambas películas viajaran antes de 1931 a Brasil, pero si podemos decir que entre Límite y ambos films de Buñuel hay bastante más que meras coincidencias.
Para empezar el brasileño, como Buñuel en La Edad de Oro, comienza su film con unas imágenes "documentales"; en este caso una bandada de Buitres dando cuenta del cadáver de algún animal. Sigue con una secuencia introductoria y marco de las diferentes partes del "relato encastrado", en la que tres hambrientos y desarrapados náufragos sobreviven como pueden en alta mar (una de las naufragas, la mujer vestida de blanco, cuando se tumba sobre la proa de la barca mirando el horizonte, recuerda al bandido de la Edad de Oro que vigila desde las rocas la llegada de los mallorquines; el hombre del trío entretiene su espera jugueteando impotente con dos trozos de madera, como Pierre Prévert entretenía su convalecencia jugueteando con el ovillo de lana.)
Si el prólogo y el relato marco recuerdan el segundo film de Buñuel, las diferentes partes del relato encastrado se acercan, y mucho, a Un Perro Andaluz. Desde el tramo referente a las actividades de costura de la mujer que recuerdan de manera clara las referencias del duo Dali-Buñuel a la encajera de Vermeer, hasta la frustración de Pierre Batcheff por no ver cumplido su deseo que, en Límite, a falta de pianos, burros y maristas se expresa por medio de un angustioso y dramático paseo del personaje masculino por un tormentoso paraje, a los sones del más desaforado y primaveral Stravinski. Sin olvidarnos de la disputa entre ambos personajes masculinos que, en el film de Peixoto se desarrolla a los sones de Borodin, Prokofiev y Franck, en un semiderruido cementerio.

A mi modo de ver esas imágenes no son otra cosa que expresión de la tensión de la situación y del estado anímico de los personajes. La mujer, presa en su casa (la visión de ella tras las rejas de la ventana no deja lugar a dudas) huye del hombre. Camina por las calles y llega al mercado del muelle (único lugar, junto a la iglesia, donde una mujer puede ir sin compañía vigilante) y se encuentra a los pescadores que vuelven del mar. Compra el pescado al joven pescador y algo ocurre... (Fijaos que la imagen del naufrago jugueteando con los trozos de madera rima perfectamente con la del torso del marinero, colocado en igual postura, contando las monedas de la venta; y la del pez agonizante de la barca, con el que lleva el marinero), ...ahora ella se siente feliz, en medio de una feria o verbena. Se siente subida en un columpio, que la lanza contra el caño chorreante de la fuente. Luego un Tiovivo la lleva sobre los tejados del pueblo: ¡vuela sobre personas y casas!... Después ha de volver a su casa y a la realidad cotidiana. El camino se alarga más y más, angustioso... (los continuos planos de la cesta con el pescado subrayan la agonía del pez y la angustia del regreso). En casa el hombre (padre, marido o novio, tanto da), posiblemente borracho, incapaz de abrir la puerta duerme derrumbado en la escalera. Ella lo abandona (deja sobre el suelo, de manera notoria, la cesta de la compra que subrayaba su frustración) y sale a la luz. Por el camino y en las rocas del acantilado, árboles y áloes resecos, como ella, se retuercen buscando la luz. El mar y la playa giran y giran a su alrededor: otra vez está de fiesta, en su particular verbena.

A diferencia de Buñuel, Peixoto no solo "denuncia" la frustración del deseo masculino. En Límite, el deseo femenino, tantas veces negado y cercenado, es el auténtico y central personaje del film.

Monsieur Lange