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The Cossacks estuvo plagado de problemas debido a que los ejecutivos de MGM solicitaron varios cambios de guión durante la filmación. Frances Marion, quien escribió el guión, se sintió frustrada por las numerosas solicitudes y luego dijo que "perdió la noción de lo que realmente trataba la historia y el material parecía desgastado por todos lados". Las estrellas de la película, John Gilbert y Renée Adorée, se quejaron de las numerosas reescrituras y sintieron que sus papeles "no valían la pena".
Antes de que terminara la filmación, George W. Hill solicitó que lo destituyeran como director porque no le gustaba el tema de la película y se había cansado de las quejas de Gilbert y Adorée. Luego se contrató a Clarence Brown para volver a filmar varias escenas y finalmente completó la película.
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LOS COSACOS
REVISTA DE IMÁGENES EN MOVIMIENTO
septiembre de 1928
Cita:
La primera mitad de esta imagen llega a extremos realmente innecesarios para demostrar que el héroe es un marica. Una vez establecido ese hecho, basta un abrir y cerrar de ojos para convertirlo en el más audaz y sanguinario de los cosacos. A partir de ahí, las cosas van de mal en peor. Los turcos son asesinados indiscriminadamente. John Gilbert y Ernest Torrence son torturados ante tus ojos. Y lo peor de todo, un sable turco atraviesa el hermoso diafragma de Nils Asther, quien es el héroe de la pieza en lo que a mí respecta, ya que ningún otro hombre puede sostener mi mirada cuando está cerca. Se trata de la historia de amor de una doncella cosaca que prefiere a John Gilbert a Nils Asther. Renee Adoree es esta chica encantadora pero equivocada.
