Comentarios
Lo primero que destaca de este buen corto de Holger-Madsen son los espléndidos virados de color, que incluyen secuencias con diversas tonalidades. El tema no es nuevo, pero el realizador maneja la escritura cinematográfica con maestría, alternando primeros planos con vistas generales y dotando de tensión dramática a cada secuencia. Valdemar Psilander, el inolvidable "Klovnen", es un protagonista eficaz que no necesita recurrir a grandilocuencias gestuales para reflejar sus diversos estados de ánimo. De él, Clara Wieth, que trabajó a su lado en once películas, dijo: "Paseaba frente a la cámara como 'dándose aires', pero lo hacía con tal desenvoltura que te creías su personaje, fuese cual fuese".
(Eddie Constanti)
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Realmente este Psilander era un poco como El Cid: se murió en marzo de 1917... ¡¡¡y estuvo estrenando películas con gran éxito hasta 1920!!!
Es lástima que los del DFI no se hayan molestado en reconstruir un poquito el final faltante: en su página web hay varias fotos del incendio de la casa y la muerte del hijo (o hija, que no me queda muy claro) que, con algún letrerito adicional, no nos hubieran dejado la intriga tan a medias...