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En realidad, esta comedia se deja ver principalmente por Mabel Normand, quien tiene buenas oportunidades para mostrar su encanto y su habilidad cómica. Hay un par de características destacables, pero en general no pasa de un aprobado justito.
La historia tiene lugar en una fiesta, durante la cual el personaje de Mabel acaba de comprometerse. Se producen algunas situaciones simples y ligeramente divertidas. Hay un invitado molesto en la fiesta cuyas travesuras agregan algo de "picante", pero sólo al principio, ya que pierden efectividad enseguida. (Eso no es nada en contra del actor que retrata al personaje, Mack Swain, archifamoso en el mundo del slapstick.)
Normand lleva la mayor parte de la acción y está encantadora como siempre, además de usar sus expresiones faciales cómicas con buenos resultados. En general, no es una mala película, aunque sus toques melodramáticos quedan fuera de lugar en ella.
(Eddie Constanti)