Comentarios
Una película muy bien servida por Gaston Ravel y Tony Lekain que trata (y a menudo consigue), traducir en imágenes la peripecia vital de esta gran mujer que logró crear muchos dolores de cabeza al mismísimo Napoleón. La historia parte de un hecho harto insólito: Julie se casó con su padre (sin ella saberlo, por supuesto), el banquero Récamier, quien para protegerla de los revolucionarios utilizó este recurso; tuvieron siempre una vida marital marcada por la total castidad.
Interesante y a menudo muy emotiva, la trama abarca cerca de cuarenta años de historia francesa y cada detalle está recreado con gran riqueza de medios: ambientes palaciegos, reconstrucción histórica eficiente y un reparto de grandes figuras de la Académie francesa, entre las cuales encontramos a la inevitable Françoise Rosay, esposa de Jacques Feyder. En su colofón, vemos a un Chateaubriand casi parapléjico, anciano en los últimos días de su vida, atreverse a pedir la mano de Julie, viuda y poco menos que ciega, en una escena enternecedora.
Por la fidedigna aproximación a esa página histórica concreta y por la belleza de sus imágenes, no dudamos en recomendaros encarecidamente esta película. Parece que existe otra copia con algunos minutos más de metraje, pero ésta (129 minutos), es la que hemos podido conseguir.
Eddie Constanti