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No ha tenido suerte Mauritz Stiller con la supervivencia de sus películas, muchas de las cuales nos han llegado mutiladas o bien fragmentadas, lo que ha constituido una buena prueba para editores posteriores que se han interesado por presentar copias lo más completas posible, algo que también sucede con esta "Madame de Thebes".
Lo primero que salta a la vista en este drama con ramificaciones de intriga es el tratamiento que se aplica a la raza gitana, demonizándola sin ningún pudor. El calvario que debe recorrer la protagonista desde que su padre la expulsa de la tribu por concebir un hijo con un extraño, es buena muestra de cuanto decimos. Pasados los años desde esta situación, la trama se vuelve más compleja con el añadido del hijo de esa gitana quien, adoptado por una dama de la nobleza, ha llegado a cotas superiores de la política de su país.
Con una resolución sencilla de las escenas de interiores y unos mínimos exteriores aceptables, el guión nos conduce por unos hilos de misterio que por fuerza deben desembocar en el descubrimiento del hijo acerca de la identidad de su verdadera madre. Stiller hace gala, una vez más, de su elegante puesta en escena y los intérpretes se muestran comedidos dentro de una historia que se prestaba a mucha más gestualización exagerada. En suma, una película bien dirigida con un ritmo que no decae en ningún instante.