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Maman Colibri


General

Titulo original: Maman Colibri
Nacionalidad: Francia
Año de producción: 1929
Género: Melodrama

Otras personas

Director: Julien Duvivier
Escritor: Julien Duvivier; Joe May; Noël Renard; Hans Székely; Henry Bataille
Productor/Estudio: Le Film d'Art
Compositor:
Fotografia: René Guichard; Gaston Haon; Armand Thirard

Funcionalidades

Duración: 120
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 2,7 Gb

Reparto

  • Maria Jacobini
  • Francis Lederer
  • Jean Dax
  • Jean Gérard
  • Jean-Paul de Baere
  • Hélène Hallier
  • Lya Lys

Sinopsis

La baronesa Irene de Rysbergue, descuidada por su sombrío esposo, se prepara para el baile. Admirando su vestuario lleno de plumas, su hijo menor la apoda «Mamá Colibrí». Durante la velada, queda prendada de Georges de Chambry, un oficial amigo de su hijo mayor. La pareja adúltera es rápidamente desenmascarada y huye a Argelia, donde Georges es sometido a la disciplina militar...

Comentarios

Joven treintañero, Julien Duvivier (1896-1967) ha realizado ya una veintena de películas cuando rueda Maman Colibri, en 1929, y es reconocido su talento de cineasta, que Pépé le Moko (1936) o Pot-Bouille (1957) harán inmensamente célebre. Como consecuencia del éxito de Poil de Carotte (1925), entra en la Film d’Art, prestigiosa productora para quien realiza Maman Colibri. Resultado de una colaboración con la famosa empresa alemana UFA, la película goza de un reparto internacional: la italiana Maria Jacobini (1892-1944) interpreta el rol protagónico junto a Franz Lederer (1899-2000), que el público francés acaba de descubrir en La caja de Pandora de G. W. Pabst (1885-1967). Duvivier adapta una obra de teatro de Henry Bataille (1872-1922), autor francés en boga cuya obra describe la decadencia y la hipocresía de la alta sociedad. En 1904, ¡las representaciones de Maman Colibri habían causado escándalo!

Las escenas en exteriores se ruedan en Argelia, en abril de 1929, cuando Francia se dispone a festejar el centenario de esa colonia. Para el cineasta, es la oportunidad de ejercer sus talentos de puesta en escena en decorado natural, que se aprecian en la secuencia de reconstrucción de un ataque por parte de la guarnición. Luego, el equipo se encuentra en los estudios de Joinville para rodar los interiores. Los suntuosos decorados del futuro realizador Christian-Jaque (1904-1994), la riqueza de los extras, los trajes, la luz, son saludados por la crítica y demuestran que Duvivier domina a la perfección las técnicas del cine mudo.

Cuando la película se estrena, en febrero de 1930, son las películas sonoras y su innovación las que atraen al público a las salas, dejando obsoleta a Maman Colibri. ¡Triste ironía para la audaz adaptación al cine mudo de una obra de teatro tan locuaz!
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Duvivier lanzó su última obra muda, que llegó justo antes de "David Golder" en la que, con la notable excepción de "Poil de carotte", el verdadero Duvivier, el poeta del alma oscura del hombre, comenzaba a despuntar. El director no se molestó en rehacer "Maman Colibri" más tarde, pero Jean Dreville sí lo hizo, en 1937, y entonces se derramaron muchas lágrimas.

La historia cambia bruscamente de la vida burguesa en París al desierto y a sus "beaux légionnaires" y yo me pregunto si faltarán una o dos secuencias. Ésta es una historia muy moral: una mujer deja su casa y sigue a un apuesto oficial en Argelia. El lado desagradable de Duvivier aparece de vez en cuando en los pocos subtítulos (muy pocos), cuando el superior le dice al apuesto legionario: "¡Pórtate bien! Una amante no es una persona de la que estar orgulloso". O bien con la chica más joven y su atroz metedura de pata: "¿Por qué no trajiste a tu mamá contigo? ¡Es encantadora!". El problema de este melodrama es el de una mujer que quiere ser joven cuando ya no lo es: "No deberías vestirte así", le dice el marido mientras se prepara para el baile.

Coqueteando como una ingenua en la escena de la recepción, al final ella se convertirse en una abuela. El dominio de la imagen de Duvivier revela un arte consumado: por ejemplo, muestra a la protagonista bailando con su hijo pequeño, mientras que en la calle un músico callejero toca el organillo. Ese baile está filmado con gran virtuosismo y Duvivier aprovecha sus numerosos extras. Las escenas del desierto muestran una sensación de espacio que resurgiría cuando Duvivier se abriera paso a través de los años treinta ("Les 5 gentlemen maudits", "La bandera").

Aquí falta impacto: Duvivier siempre había necesitado un guion compacto y su historia se debilita en los espléndidos escenarios de Christian -Jaque (director desde 1932 en adelante). En resumen, la película es técnicamente impecable, con un buen uso de la música; pero no es una historia potente en primer lugar; y Duvivier, a pesar de que la actriz principal, Maria Jacobini, realmente se esfuerza al máximo, no puede transmitir su vida como pecadora. El problema principal era que las películas sonoras ya habían aparecido y "Maman Colibri" era cosa del pasado cuando se estrenó.