Comentarios
Versión restauración 2010.
------------------------------------------------
Metrópolis es un filme alemán realizado por la productora UFA. Se trata de una película de ciencia ficción dirigida por Fritz Lang, cuya trama se desarrolla en una distopía urbana futurista. Este filme fue lanzado originalmente en el año de 1927, antes de la cinematografía sonorizada. Se lo considera uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán en las artes cinematográficas.
El guión fue escrito por Fritz Lang y su esposa Thea von Harbou, inspirándose en una novela de 1926 de la misma von Harbou.
Contenido e interpretación
A Fritz Lang le gustaba recordar que la historia de Metrópolis nació en su viaje a América, en octubre de 1924, viendo desde su barco en la noche ante el puerto neoyorkino los rascacielos de la ciudad y las calles iluminadas. Al regresar, Thea von Harbou se pondría a trabajar en el guión. Esta inspiración se puede relacionar con el rodaje en la materialización de las ideas visuales más que con el guión, ya que la historia estaba probablemente muy perfilada en julio de 1924. Von Harbou escribió así mismo una novela que se basó en la trama de la película.
En la representeación del orden social, Metrópolis se apoya por un lado en el marxismo: hay dos clases sociales claramente diferenciadas y separadas, en las que una explota a la otra sin que haya posibilidades de medrar. La “alienación del trabajo“ podría relacionarse con que haya algunas máquinas sin una utilidad reconocible. Por otro lado también se critica el ideal de revolución socialista. El personaje del Robot María, representado claramente como malvada, lanza a los trabajadores a la lucha, y como resultado destrozan su medio y sustento, empeorando su situación en lugar de mejorarla. La colaboración entre clases sociales, en lugar de la lucha de clases, recuerda sin embargo al nacionalsocialismo y su ideología, pues era la estructura económica corporativista que defendía el programa del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores de Alemania (NSDAP). La parábola de la Torre de Babel está cambiada: en la variante que se muestra los arquitectos y los trabajadores hablaban una misma lengua pero no se entendían; tampoco hay un Dios. Del cristianismo se toma la figura de María, que personifica el Bien, así como el anuncio de la venida de un Redentor.
Lang dio a entender más tarde que la idea del corazón como mediador entre la mano (la fuerza del trabajo) y el cerebro (la capacidad directora de la sociedad) era falsa y que por ello ya no le gustaba esta película. Tras esta opinión se escondía la situación social que se vivía y no un conflicto de orden moral. Aunque la tésis central del cerebro, la mano y el corazón pertenece a Thea von Harbou, él era responsable de la misma, al menos en parte, como director de la película que era. Lang, en realidad, estaba mucho más interesado en los aspectos técnicos y arquitectónicos del film que en el trasfondo político de la trama.
El discreto éxito de la película entre el público de aquellos años también puede explicarse por ello, ya que la imagen social desarrollada en la historia se opone a las a penas cuestionadas creencias en el progreso que se tenían entonces. El género de ciencia-ficción del cine mudo presenta la utopía, por lo general, en positivo, mientras que Lang recurre a la esclavización de los tiempos bíblicos para representar el futuro. Las monumentales máquinas de la ciudad subterránea proporcionan a las clases bajas una vida indigna, la masa humana es fácilmente manipulabe y se practican ritos medievales como la quema de brujas.
Arquitectura en la película
Metrópolis es una ciudad de rascacielos cuya arquitectura recuerda a la de las ciudades más modernas de entonces, principalmente Nueva York, aunque la arquitectura de rascacielos surge en la escuela de Chicago. Entre los edificios se enmarañan las venidas y las lineas de ferrocarril. Los edificios de la ciudad de la superficie son de una estructura majestuosa mientras que la ciudad subterránea de los trabajadores resulta más sencilla, lacónica y sombría.
Entre estos dos espacios básicos existen lugares con una arquitectura propia y característica. En la ciudad superficial está la catedral, de lineas góticas, y la casa de Rottwang, un edificio antiguo, también de aires medievales, que se asemeja más al taller de un alquimista que al laboratorio de un científico y es que Lang y von Harbou acordaron reconducir la idea original de proporcionarle a Rottwang capacidades mágicas. Además en la ciudad de la superficie hay un jardín que simboliza lo idílico de la vida para los directores de la ciudad y un barrio del pecado retratado con arquitecturas orientales, tradicionalemente asociadas a lo exótico, lo sensorial y, desde ahí, a lo pecaminoso. En la ciudad subterránea se distingue además una zona de lo clandestino asociada con los espacios cavernosos donde la alegoría de la salvación de los trabajadores se representa mediante la imagen de los cristianos escondidos en las catacumbas durante los tiempos de su persecución.
------
La versión original se encontraba incompleta y luego de la última restauración, realizada en el año 2001, se consideraba que los fragmentos faltantes se habían perdido para siempre.
“Metrópolis” es una de las películas más perjudicadas por los mecanismos de censura y de distribución de la historia del cine. Ferozmente mutilada por las autoridades nazis con la llegada de Hitler al poder, también fue víctima de reformulaciones que afectaron profundamente su concepción en momentos de su estreno en los Estados Unidos, entre otros países.
En la Argentina, la película fue estrenada por la distribuidora cinematográfica Terra, propiedad de Adolfo Z. Wilson, y luego pasó a engrosar el fondo de archivo del crítico y coleccionista Manuel Peña Rodríguez (creador también del primer Museo del Cine, de carácter privado, en la década del 40).
Ante la necesidad, Manuel Peña Rodríguez se desprendió de su archivo fílmico que fue vendiendo al Fondo Nacional de las Artes. En este organismo, el original de “Metrópolis” (en soporte nitrato y altamente inflamable) fue reducido a una copia negativa de 16mm. Ese material, el único en existencia en el mundo con la copia de “Metrópolis” incluyendo las escenas faltantes, fue donado por el Fondo Nacional de las Artes en 1992 y desde entonces integró el acervo del Museo del Cine porteño.
En el año 2008, la actual directora del organismo, Paula Félix Didier, solicitó la revisión de la copia, al comprobar la longitud del metraje, de este modo se llegó al hallazgo que sorprendió al mundo.
El 3 de julio de 2008, en conferencia de prensa en el Centro de Museos de Buenos Aires, se dieron a conocer los detalles del rescate de las escenas faltantes. Se exhibieron cuatro secuencias inéditas de casi veinte minutos perdidos de "Metrópolis", con la presencia del Ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y la Directora del Museo del Cine.
Estas secuencias también se presentaron en la 53º Semana Internacional de Cine de Valladolid (España) que se realizó del 24 de octubre al 1º de noviembre de 2008. Allí la Directora del Museo del Cine participó de un coloquio con el director e historiador español Luciano Berriatúa, restaurador de cine mudo español y alemán.
La versión completa con las escenas recuperadas se proyectó en nuestra ciudad en septiembre del 2008 en el Cine-Teatro 25 de Mayo, y en mayo de 2009 en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, con la música original compuesta por Fernando Kabusacki, dentro de las actividades del Congreso de la Federación Internacional de Archivos de Films (FIAF).
Por un acuerdo entre el Gobierno porteño y la Fundación Friedrich Wilhelm Murnau se decidió restaurar en Alemania las escenas recuperadas del mítico film alemán "Metrópolis".
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Fundación Friedrich Wilhelm Murnau firmaron un convenio de colaboración en el que se acordó el traslado a Wiesbaden de la cinta con imágenes originales del film.
Luego de un trabajo contrarreloj, la versión ampliada, restaurada y definitiva de Metrópolis fue finalmente estrenada en la 60º edición del Festival de Berlín el 12 de febrero de 2010, en un evento gratuito realizado en la Puerta de Brandeburgo, que contó con una orquesta de 100 músicos en vivo y la presencia multitudinaria del público, a pesar de las bajas temperaturas.