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Considerada perdida hasta su descubrimiento en 1990 en un archivo holandés, Scott Eyman habla de esta película en su libro "Ernest Lubitsch; laughter and paradise":
"La creciente sofisticación de Lubitsch en forma y carácter fue una vez más evidente en la encantadora 'Meyer aus Berlin', estrenada en enero de 1919. Meyer, otro nombre para el Sally Pinkus de 'El Palacio del calzado de Pinkus', quiere escapar para pasar un fin de semana divertido sin su esposa, por lo que finge una enfermedad para la cual su médico le receta aire fresco y un ambiente campestre. Tan pronto como sale de la ciudad, imita la forma en que cree que visten los aldeanos de campo: un hilarante traje de montañero tirolés, completado con un sombrero de plumas y una cuerda para escalar. Los transeúntes lo miran fijamente y los niños le persiguen. La mayor parte de la película, Lubitsch explora esa enorme brecha cómica infranqueable entre un judío urbano y el entorno natural.
'Meyer aus Berlin' muestra claramente por qué Lubitsch fue una estrella cómica. Su ritmo es agudo, los personajes están caricaturizados pero son creíbles, a la manera de los vehículos de Bob Hope en la década de los cuarenta, y su creciente sofisticación como director se manifiesta en el hecho de que anima la cámara básicamente estática al cortar a menudo la acción. La película, además, nos hace lamentar el hecho de que Lubitsch se estaba alejando lentamente de la actuación. De hecho, sólo aparecería como actor en otro filme."
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No creo que se discuta mucho que Ernst Lubitsch fue uno de los grandes directores de comedia del cine. Ni él ni sus películas tienen el mismo reconocimiento que Charlie Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd, pero aunque mi conocimiento está lejos de ser completo, una y otra vez sus películas son absolutamente deliciosas. "Meyer aus Berlin" está llena de bromas visuales, personajes exagerados y abundante humor situacional. Incluso una trama tan frívola se caracteriza por las tremendas contribuciones de todos los involucrados, que hacen que la experiencia visual sea muy fácil de disfrutar. El dominio de Lubitsch del medio es indiscutible, orquestando tomas y escenas con un ojo fabulosamente agudo.
El diseño de producción y la dirección artística son absolutamente geniales, ricos en detalles que realmente dejan que cada escena se destaque, y del mismo modo sólo puedo elogiar el trabajo del diseñador de vestuario, los peluqueros y los maquilladores. Claro, los silentes pueden ser difíciles de aceptar para algunos espectadores (habría dicho lo mismo de mí mismo hace tiempo) y tal vez no vean nada en "Meyer aus Berlin" que pueda cambiarles de opinión en ese sentido. La edición cortante y la clara división de escenas con intertítulos amplía una sensación ya existente, provocada por expresiones faciales y lenguaje corporal exagerados.
Aunque no sea explícitamente una "película familiar", me atrevo a decir que es bastante apropiada para niños y adultos por igual. "Meyer aus Berlin" hace un buen trabajo al permitir que uno olvide sus problemas durante sesenta minutos. Eso es todo lo que necesitan ser algunas imágenes, y si son tan inteligentes y bien hechas como ésta, entonces eso es una bendición adicional. Agregue excelentes actuaciones y hermosos paisajes y excepto para los espectadores modernos más inflexibles, no veo cómo alguien no puede sentirse más liviano disfrutándola.
