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Hemos rescatado la versión íntegra de esta película que hasta ahora conocíamos con veinte minutos menos; nos llega con una copia magnífica.
Jackie Coogan, a raíz de su enorme éxito con Chaplin en "El chico", ese mismo año interpretó "My boy", historia de una joven viuda que viaja a Estados Unidos con su hijo, para entregárselo a la madre de su marido, ya que ella no tiene recursos para mantenerlo. Sin embargo, muere durante el viaje y el niño se las arreglará para huir del control de Ellis Island y buscarse la vida por las calles de Nueva York.
El caso de Coogan es paradigmático del de otros muchos "niños prodigio" de la época. En sus primeros años hizo ganar a sus padres cerca de cinco millones de dólares, de los que sólo recibió 150.000. Luego su estrella fue decayendo, se casó con Betty Grable, enseguida se divorciaron y él continuó en la industria hasta bien avanzados los sesenta, especialmente en la televisión (le recordamos en su papel de Tío Fétido de "La familia Adans"). Sin embargo, pocos niños de su edad supieron expresar mejor la desolación de un alma desvalida ni mantener unos primeros planos de dolor tan convincentes. Aquí, en "My boy", incluso aguanta una escena de baño con desnudo incluido y con la naturalidad de un completo profesional.
Película tierna pero que no cae en la sensiblería, humedecerá vuestros ojos durante algo más de una hora, algo que, de vez en cuando, es muy saludable.
