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Mi calle


General

Titulo original: Mi calle
Nacionalidad: España
Año de producción: 1960
Género: Drama

Otras personas

Director: Edgar Neville
Escritor: Edgar Neville
Productor/Estudio: Carabela Films
Compositor: Manuel Parada
Fotografia: José F. Aguayo

Funcionalidades

Duración: 90
Pistas de idioma: Castellano
Idiomas de los subtítulos: No necesita
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: SAT
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 1,9 Gb

Reparto

  • Tota Alba
  • Rafael Alonso
  • Ángel Álvarez
  • Mariano Azaña
  • Rafael Bardem
  • Susana Campos
  • Lina Canalejas
  • Antonio Casal
  • Carlos Casaravilla
  • Ana María Custodio
  • Agustín González
  • María Isbert
  • Adolfo Marsillach
  • Nati Mistral
  • Conchita Montes
  • Pedro Porcel
  • Gracita Morales

Sinopsis

Retrato costumbrista del Madrid de principios de siglo, centrado en una de sus calles, en la que viven y conviven varias familias de variada posición económica y social. Fue la última película del director Edgar Neville.

Comentarios

Bonito y humano retrato de la sociedad española de principios del siglo XX y de su evolución hasta los años cincuenta.
La película narra con cariño y ternura esa vida tan entrañable de los barrios españoles y sus gentes aunque de Madrid se trate pues ciertamente la Madrid de 1906 era muy diferente de la que conocemos ahora, era una Madrid puramente española.
Mi calle utiliza la vida de un barrio como ejemplo de esa vida diaria de los españoles, desde la gran ciudad pasando por las ciudades provinciales hasta los pequeños pueblos y aldeas, Mi calle es un sincero retrato de sus gentes y sus vidas.
Mi calle retrata a esas personas que se dan en cada calle, barrio o ciudad, desde el marqués y rico del barrio hasta los niños vagabundos, desde la cotilla hasta la guapa del barrio, un retrato muy acertado de la vida de esos barrios.
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La película, titulada provisionalmente "El día de la bomba", por la que lanzó Mateo Morral ante el carruaje regio el 31 de mayo de 1906 tras el enlace de Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg, extiende su acción en el tiempo hasta 1940 y constituye una suerte de antología de temas, épocas y personajes nevillescos. Aquí se dan cita el hijo del usurero que quiere ser artista y la cupletista, la jubilación de los caballos por la llegada del automóvil, los negocios en el Palace durante la Gran Guerra y la ironía del dinero, que pone su broche en forma de gordo de la lotería al final de la Guerra Civil y de la cinta. Ya se lamentaba sarcásticamente de esto Pérez de Ayala por boca de uno de sus personajes: “Mientras vivas en España, Verónica, harás vida bohemia, porque vivirás entre gente miserable, holgazana e inútil, sin fortuna y con ambición, sin trabajo y con lotería nacional”.

Pero en Mi calle todo tiene un tono esperanzador. La guerra ha vuelto más humanos a los habitantes del barrio y les ha restituido esa cosa como de gran familia que da la vecindad. La coyunda de risas y lágrimas debe engendrar una sonrisa. Quedan deslavazados, si se quiere- los desencuentros amorosos, la melancolía del tiempo que huye, los números musicales y el escenario madrileño. Y también tipos para toda clase de actores: tronchante Gracita Morales como la hija recluida que descubre la vida gracias a la guerra; conmovedor Casal, el organillero mezquino; surrealista María Isbert, la criada que imita las voces de los animales...

El guionista Neville lucha por dotar de una arquitectura dramática a las acciones necesariamente episódicas y triunfa en su empeño al menos en dos tercios de la película. Sólo podemos intuir qué habría ocurrido si, ciñéndose al libreto primitivo, las escenas de la guerra hubieran tenido un desarrollo completo. Desde luego, para el espectador contemporáneo, la carga ideológica hubiera pesado más que la narrativa.
Mi calle muestra los pros y los contras de esas gentes, ese anonimato imposible hasta esa olvidada humanidad de sus gentes, esa humanidad que ya se ha perdido, esas gente de barrio que eran todos una gran familia.
La película retrata a esas gentes con simpleza y grandeza, con amor y rencor para poder mostrar esa vida ya pasada.
La película muestra la evolución de estas gentes en un contexto histórico que tanto cambiará a las siguientes generaciones, una república, monarquía y dictadura y con ello la evolución en la moda, el transporte y el pensar de la gente, mostrando desde la tradición más cerrada unida a la superstición hasta la mujer emancipada y liberal y mostrando a su vez como la evolución hace perder a veces las buenas tradiciones como es esa humanidad sincera de la gente del barrio.
Mezclada con el género documental, Mi calle muestra escenas de la historia de España, desde el atentado al rey hasta la liberación de Madrid siendo un reflejo de la vida en el barrio pues esto se hará notar en sus gentes y en su mentalidad.
Para los medios cinematográficos de la España de esos años, Mi calle muestra el lado más sincero del cine español y sus buenas intenciones, con pocos medios un gran cine, un cine eterno que refleja la mentalidad de una época ya pasada.
Película entrañable de ver pues muestra las tradiciones de una Madrid casi olvidada, con sus ropas, sus cantos y sus gentes tan chulas, una Madrid ya pasada e irrecuperable…

Santiago Aguilar: Edgar Neville - Tres sainetes criminales. Madrid, Filmoteca Española, 2002.