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Si bien no toda la culpa de esta pequeña y mediocre comedia debería recaer en Stan Laurel, sí se ubica como una de sus peores películas existentes. Parte de la razón por la que es tan mala es que los productores tomaron escenas y tomas de otras dos películas más antiguas para crear este lío incomprensible. Lo mismo le sucedió a Chaplin cuando trabajaba para Essanay Studios: después de que se fue a la Mutual, Essanay buscó tomas descartadas y cortometrajes viejos y los unió para hacer "nuevas" películas de Chaplin, que realmente apestaban, por cierto. Sin embargo, incluso sin la edición sin escrúpulos, esta película simplemente no es divertida. La premisa principal parece ser que Stan es un poco tonto y está obsesionado con Napoleón. Cuando recibe un golpe en la cabeza, piensa que es Napoleón, aunque poco de lo que hace parece transmitirlo. En su mayoría, transmite una terrible sobreactuación por parte de Stan y ninguna coherencia como historia. Este corto podría haceros pensar que la carrera en solitario de Stan Laurel fue un fracaso, pero hizo algunos cortos maravillosos antes de que finalmente se uniera a Oliver Hardy. Ved "Dr. Pyckle y mr. Pryde" y sabréis a qué me refiero