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Una historia marinera de ritmo rápido con Rodolfo Valentino como Ramón Laredo, un urbanita aburrido que encuentra su virilidad y su sentido de la vida sólo después de ser embarcado a la fuerza. Inicialmente es un tipo tan mimado que bebe algo llamado "Manhattan suave", pero poco después de ser obligado a servir como marinero se transforma en un hombre extremadamente capaz (vestido como corresponde, en jeans y un jersey oscuro) y se gana el respeto de los robustos tripulantes que una vez lo tacharon como "algo blando". Finalmente, su camino se cruza con el de Letty Moran (Dorothy Dalton), la hija marimacho de un capitán. En realidad, los dos se conocieron brevemente antes, en tierra, donde ella se mostró despreciativa de la vestimenta de él en su atuendo de patrón de yate.
Sin embargo, aunque al principio sea tan dura con Ramón, esa dureza es efímera y cambia cuando él la rescata del barco de su padre, cuya bodega se ha incendiado. Aunque Ramón está impresionado por su fuerza y vigor, Letty, junto con la creciente masculinidad de Ramón, se vuelve cada vez más femenina a medida que avanza la película, lo que le permite ser ayudada a salir del barco, ya que se alegra de que alguien finalmente la reconozca como mujer y se vuelva tan primaria como para reemplazar sus pantalones con un vestido, aunque sea bastante sencillo. Por el contrario, Ramón permite que sus elegantes ropajes blancos se vuelvan más y más turbios. Estos cambios de personaje culminan cuando Ramón salva a Letty de su enemigo, el capitán Kitchell, interpretado por Walter Long (quien coprotagonizó "El caíd", con Valentino).
Película entretenida, restaurada magníficamente, pero de hecho un poco deprimente, ya que Ramón/Valentino aparece bastante ridículo a comienzos de la trama.