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Napoli che canta


General

Titulo original: Napoli che canta
Nacionalidad: Italia
Año de producción: 1926
Género: Documental

Otras personas

Director: Roberto Roberti
Escritor:
Productor/Estudio: E.F.A.
Compositor:
Fotografia: Carlo Montuori

Funcionalidades

Duración: 33
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: DVD
Soporte: DivX
Tipo archivo: AVI
Calidad imagen: Buena-Regular
Peso: 450 Mb

Reparto

  • Rodolfo De Angelis
  • Adolfo Della Monica
  • Tecla Scarano

Sinopsis

Escenas de la vida cotidiana de Nápoles, donde la gente canta en cualquier ocasión: cuando está triste, cuando está contenta, en las celebraciones, con el cambio de cada estación, al emigrar en busca de sustento... pero también cuando las injusticias de la política castigan a quien no lo merece.

Comentarios

A comienzos de los años treinta, una dama de edad avanzada, antigua emigrante italiana, entregó varios rollos de película en las oficinas norteamericanas de la casa Eastman, "por si podía serles útil". La película en cuestión era "Nápoles que canta", dirigida por Roberto Roberti, y había sido perseguida por Mussolini, que ordenó destruir todas las copias existentes.

¿Qué tenía esa película para despertar las iras del dictador? A simple vista, se trataba de un compendio de bellas imágenes de la vida en Nápoles, respaldado por canciones de aquellas tierras interpretadas al mismo tiempo que se pasaban las imágenes de las películas. Sin embargo, entre todas esas escenas bucólicos del mar en la bahía, de celebraciones de boda, de parejas de enamorados y de vendedores ambulantes, se encontraban imágenes de pobres emigrantes zarpando hacia América, sencillamente porque en su tierra se morían de hambre y de asco. Y también escenas de las míseras cárceles del país, llenas de presos políticos que se oponían al régimen del líder fascista. ¡Ahí estaba la razón de esa persecución de Mussolini contra la película!

Por fortuna para nosotros, la Eastman restauró la cinta y ahora podemos apreciar sus muchas cualidades visuales y sonoras y lamentar, una vez más, que el poder, a menudo impuesto a la fuerza, tenga capacidad para privarnos de obras de arte como ésta, que por rastreras razones a ese poder no les interesa divulgar. Aquí mismo, entre nosotros, tenemos bastantes muestras de la manipulación ejercida por ese mismo poder, aunque con apellidos distintos.

(Eddie Constanti)