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Hablando de lo dinámico de la cámara, hubo tres imágenes -no humanas- en Wild Oranges que fueron comentadas. La primera ocurría en la escena de una noche tormentosa en la que el héroe tenía que entrar en una mansión aislada y derruída del Sur para rescatar a su esposa, que se hallaba en manos de un maníatico homicida. Cuando se acerca a la casa, detiénese bruscamente al ver la mecedora vacía que se mueve misteriosamente de atrás adelante en el pórtico. Aterrado, penetra en la casa, y mientras asciende por la escalera principal viene un corte, apareciendo un primer plano de una plancha suelta del tejado que golpea rítmicamente, lo que aumenta su terror. Respecto a la tercera imagen, la película se inicia con el plano de un periódico que rueda arrastrado por el viento por una carretera campestre. Terminaba la cinta con un plano semejante.
Estas tres imágenes - mecedora, periódico y plancha del tejado - produjeron, según parece, una profunda impresión. Con frecuencia me he quedado sorprendido al oir a algunas personas cosas como ésta: "Vi una película de usted con un primer plano de una plancha de tejado suelta. Nunca me olvidaré de ello. ¿Cómo se llamaba esa cinta?". Quince años después de haberse estrenado Wild Oranges, un redactor de una revista cinematográfica de Uruguay vino a ver nuestro estudio. Entre las tres o cuatro escenas de películas mías que recordaba la que más grabada había quedado en su memoria era la de la plancha del tejado golpeando rítmicamente.
Declaraciones de King Vidor recogidas en el programa de la Filmoteca Nacional, Madrid 2-7 Marzo 1982.