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Nedbrudte nerver


General

Titulo original: Nedbrudte nerver
Nacionalidad: Dinamarca
Año de producción: 1923
Género: Comedia

Otras personas

Director: A.W. Sandberg
Escritor: Laurids Skands
Productor/Estudio: Nordisk Films Kompagni
Compositor:
Fotografia: Louis Larsen; Einar Olsen

Funcionalidades

Duración: 74
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: Web
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 1,6 Gb

Reparto

  • Olga Belajeff
  • Aage Bendixen
  • Frederik Jacobsen
  • August Lorentzen
  • Peter Nielsen
  • Egill Rostrup
  • A.W. Sandberg
  • Gorm Schmidt
  • Frantz Stybe
  • Charles Wilken

Sinopsis

Un periodista acaba de resolver un caso de asesinato (un joven disminuido mata a una octogenaria porque ésta no le hace caso), pero en ello invierte 36 horas sin dormir. El periódico le felicita y le premia con una prima y un descanso de dos semanas. El reposo va bien hasta que el periodista mira por la ventana y ve a una dama golpear en la nuca al caballero acompañante. Desesperado intenta llamar a la policía para contar lo que ha visto, pero la telefonista le pasa con el teléfono del dueño tartamudo de una pajarería. Aún intrigado, pero con ganas de descansar, acepta la invitación de un amigo comisario de policía para pasar un día en la playa. Allí le presentan a una dama, hija del Ministro del Interior, en cuyo rostro reconoce al de la asesina que ha visto a través de la ventana.

Comentarios

Se trata de una comedia de intriga que nos presenta a un tenaz periodista, especialista en crímenes sin resolver, que tras uno de sus casos más complejos se toma unos días de vacaciones para descansar de tanto muerto. Sin embargo, cuando está a punto de tumbarse en brazos de Morfeo tiene la mala idea de mirar por ventana y ver, en el parque de enfrente, a una joven apuñalando a un hombre. No os cuento más, pero como entremés creo que os puede abrir "el apetito". Con una deliciosa fotografía, tan propia de los maestros escandinavos, y un ritmo trepidante que aumenta a medida que avanza la cinta, esta excelente muestra de cine danés anterior a maestros como Victor Sjostrom es una lección de cómo unir drama y misterio sin que el resultado sea un pastiche que no convence a ninguno de los adeptos a esos dos géneros.

La interpretación está bien resuelta, empezando con ese periodista atolondrado, con la joven presunta criminal pero fascinante y el resto de secundarios. Os recomendamos la escena en que el periodista se brinda a fingir que es el asesino, por su ciego amor a la chica de sus sueños: comicidad en estado puro. Incluso podríamos encontrar un leve toque Lubitsch en esas puertas vecinas que se abren y cierran en las escenas del hotel. En suma, una película que, por su "aire moderno" y con las variaciones propias de nuestros tiempos, podría triunfar en las actuales pantallas.

(Eddie Constanti)
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La productora Nordisk tuvo claro que para expandirse internacionalmente debía practicar un cine genuino pero que no tuviera referencias locales, sino universales, autores y temas que pudieran reconocerse en cualquier parte donde se vendían sus productos. Trataron temas históricos, adaptaron obras literarias (especialmente a Dickens) e hicieron películas con referencias a géneros que triunfaban en el mundo. El título que nos ocupa se encuadra en este último caso: una comedia con trama de thriller, momentos a lo Keaton-Harold Lloyd, momentos a los seriales del salvados-en-el-último-momento y un final feliz con boda incluida, aunque aquí todo mezclado de forma paródica.

Un periodista acaba de resolver un caso de asesinato (un joven disminuido mata a una octogenaria porque ésta no le hace caso), pero en ello invierte 36 horas sin dormir. El periódico le felicita y le premia con una prima y un descanso de dos semanas. El reposo va bien hasta que el periodista mira por la ventana y ve a una dama golpear en la nuca al caballero acompañante. Desesperado intenta llamar a la policía para contar lo que ha visto, pero la telefonista le pasa con el teléfono del dueño tartamudo de una pajarería. Aún intrigado, pero con ganas de descansar, acepta la invitación de un amigo comisario de policía para pasar un día en la playa. Allí le presentan a una dama, hija del Ministro del Interior, en cuyo rostro reconoce al de la mujer que ha visto a través de la ventana. Desde entonces, medio enamorado de ella, medio espía del secreto que ésta trata de ocultar, la persigue, hasta que la descubre en la visita a un usurero. Después de innumerables intrigas, todo se resuelve: ella ha acudido a un prestamista para pagar una deuda de su hermano; el dinero lo ha conseguido trabajando como actriz, algo que oculta a su padre para no avergonzarle, y precisamente lo que había visto el periodista era un momento del rodaje. El final ya se lo imaginan.

Resulta curioso el sarcasmo con que el Ministro del Interior critica, como si se dedicase a la prostitución, el trabajo de actriz. Buena capacidad del cine de reírse de sí mismo y de los muchos modelos internacionales que el cine por entonces ya había engendrado. Las bañistas recuerdan a las bathing beauties de Mack Sennett, las intrigas a las de los seriales y el final feliz es un claro homenaje a las comedias de Hollywood, a las que también recuerda por la sucesión de puertas que se abren y se cierran, y personajes entrando y saliendo de las habitaciones, un clásico del vodevil. Hay también un impagable momento Buster Keaton, que mantiene en tensión, y al tiempo con una sonrisa, al espectador: para seguir a la chica, después de haberse caído de la parte atrás del coche, decide utilizar un artilugio similar al utilizado por Keaton en El maquinista de la General para proseguir su camino por la vía del tren. En un momento determinado se queda parado y dormido. En primer plano queda él y su vehículo mientras la vía se pierde en la profundidad del campo. Entonces vemos el humo del tren y cómo deja la curva y se mete de lleno en la imagen, avanzando hasta el espectador y hasta nuestro dormido protagonista. El plano cambia y ahora es el tren que avanza desde la posición del espectador hacia dentro. Los maquinistas se dan cuentan en el último momento y frenan a tiempo.

Los diálogos también son hilarantes, en algunos casos bordeando el humor del absurdo. Un ejemplo: el periodista está impresionado por la belleza de la dama (encarnada por Olga d'Org) y le dice: "me gustan tus ojos, sobre todo el derecho". Curioso piropo. Los gags están enormemente trabajados, con repetición de situaciones que hacen, por ejemplo, poco inocente el hecho de agacharse a recoger unos cigarrillos. Incluso la detención de una mujer por haber asesinado a su marido se convierte en un gag, tras el comentario sarcástico que el protagonista hace de ella y de lo poco agraciada que es. Son divertidas las excusas que él pone cuando ella le sorprende espiándola. Recuerdo sobre todo una: "vine a ver a unos amigos del primer piso y, ya que estaba, me pasé por el segundo".

El director de la película, A.W. Sandberg, se inició en la Nordisk como fotógrafo, especialmente de fotofija. Más tarde, se le dio la oportunidad de dirigir y estuvo entre los más destacables realizadores de la compañía. Suyas fueron varias adaptaciones de Dickens, especialmente Grandes esperanzas (1922), y comedias como las que hemos comentado, pero se le recuerda como autor de El payaso (1926), también incluida en el ciclo de la Filmoteca de Catalunya, pero que analizaremos más adelante, pues su visionado dependerá, por problemas de agenda, de la adquisición del interesante DVD editado por la Filmoteca Danesa, que también incluye Con los nervios crispados.

Antonio Belmonte
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El intrépido reportero Jimmie Brand ( Herr Grom Schmidt ) el cual trabaja en el periódico “Daily Wire”, tras tres días de intensa investigación, ha conseguido resolver el caso conocido como “el crimen de Vibeleje”, aunque esto le ha costado a Herr Brand sufrir un estado de estrés preocupante, por dicho motivo su jefe decide otorgarle dos semanas de vacaciones para que así pueda recuperarse.
Pero será éste un descanso poco descansado pues Herr Brand será testigo, desde una ventana de su domicilio, de un extraño crimen en el parque y a plena luz del día, decidiendo nuestro intrépido reportero ponerse manos a la obra y resolver tan misterioso crimen.

El director danés Herr A. W. Sandberg puede ser considerado quizás como el más americanizado de los directores daneses por las influencias de estilo y artísticas provenientes de más allá del Atlántico en buena parte de sus filmes, una aristocrática apreciación que puede ser comprobada en el filme “Nedbrudte Nerver” (1923), una satisfactoria y muy bien realizada comedia detectivesca en la cual el director danés usa y juega con todos los elementos habituales de dicho género cinematográfico.

Las influencias de “Nedbrudte Nerver” pueden ser rastreadas desde los añejos seriales silentes así como en los filmes de crimen y misterio de la época, mezclando todo ello Herr Sandberg de una forma ciertamente peculiar, prevaleciendo en el filme un especial sentido del humor danés repleto de ingenio, ironía y maledicencia, creando Herr Sandberg un peculiar y divertido héroe, un diligente aunque agobiado reportero policial el cual intenta solucionar todo crimen con el que se encuentra.

Tal y cómo éste Herr Graf ha mencionado anteriormente, el filme posee todo los ingredientes necesarios que ésta clase de películas necesitan, esto es, un extraño crimen sin resolver, una mujer enigmática y un montón de malentendidos, además de contar el filme con bellas señoritas en traje de baño y enamorados estudios de anatomía danesa: “Que ojos más bonitos tienes, especialmente el derecho” u originales declaraciones de amor a la danesa: “Te quiero, tú eres especial. Si fueses como las demás, entonces ya no serías especial. ¡Te quiero!”.

Herr Sandberg maneja muy bien los recursos narrativos del filme de forma ciertamente efectiva, consiguiendo un filme muy divertido e igualmente entretenido, una obra inofensiva y predecible, ciertamente, pero precisamente debido a su falta de pretensiones y la profesionalidad y capacidad de Herr Sandberg, “Nedbrudte Nerver” es un estimable buen ejemplo del espíritu que todo filme de misterio debe tener, en donde el más puro entretenimiento es lo que realmente cuenta, objetivo que éste filme consigue plenamente.

Ferdinand Von Galitzien