Comentarios
Ripeado por Arupa a partir de un xvid de 1,5 GiB
El primer y más rudimentario pensamiento que me sobreviene cuando recreo mentalmente la película de Yimou es "¡ Joder con la niña !, ¡ La madre que la parió !". Sin embargo, finalmente, he optado por titular mi crítica con un más sutil y explícito "El tesón y la tiza". Lo siento, tenía que decirlo. Si no, reviento. Porque aunque "Ni uno menos" tiene mucha "chicha", la película es, ante todo, un auténtico monumento al tesón. Y lo bueno del caso es que ese empeño, esa diligencia, ese extraordinario instinto protector que empuja a Wei Minzki a remover cielo y tierra para encontrar al travieso Zhang lo protagoniza una niña de 13 años en el superpoblado y dilatado territorio chino.
A pesar de que la primera parte parecía presagiar un elaborado aunque previsible y monótono melodrama rural, el traslado de la acción a la ciudad le da un vuelco a la historia que incrementa el interés del espectador, acelera el ritmo narrativo y propicia -por si fuera poco- alguna de las mejores secuencias de la película ( las escenas de la sala de espera de la estación con Wei rotulando los carteles con tinta aguada y, posteriormente, la "caza y captura" del director en la puerta de los estudios de TV son sencillamente magistrales ).
Hermosa, honesta y didáctica, la obra de Yimou, no exenta de la correspondiente cuota de denuncia social, rehuye la lagrimita gratuíta y conmueve de verdad. Si te gustó "Billy Elliot", te recomiendo "Ni uno menos". Te gustará.