General
Titulo original: | Tinsel |
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Nacionalidad: | Estados Unidos |
Año de producción: | 1918 |
Género: | Drama |
Otras personas
Director: | Oscar Apfel |
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Escritor: | Wallace Clifton; Frederick Jackson |
Productor/Estudio: | World Film Corp. |
Compositor: | |
Fotografia: | Lucien Tainguy |
Funcionalidades
Duración: | 49 |
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Pistas de idioma: | Muda |
Idiomas de los subtítulos: | Castellano |
Modo de color: | Blanco y negro |
Fuente ripeo: | Web |
Soporte: | x264 |
Tipo archivo: | MKV |
Calidad imagen: | Muy buena |
Peso: | 500 Mb |
Reparto
- Kitty Gordon
- Muriel Ostriche
- Frank Mayo
- Bradley Barker
- Ralph Graves
- George De Carlton
- Tony Merlo
- Marie Nau
- Anne Dearing
Sinopsis
Después de la muerte de su segundo esposo, la princesa Sylvia Carzoni escribe a su primer esposo, Richard Carmichael, solicitando la custodia de su hija Ruth. La ingenua Ruth está tan emocionada ante la perspectiva de entrar en sociedad que Richard la deja ir a regañadientes y, en su nuevo entorno, recibe felizmente las atenciones de varios de los amigos de su madre. A través de su propia inocencia, Ruth es víctima del apuesto Jefferson Kane, quien sugiere que lo visite en su casa...
Comentarios
El oropel al que se refiere el título es ese falso esplendor que se obtiene con el dinero y el confort de los bienes terrenos, pero que a la postre sólo conduce a un bienestar ficticio, lejos de los auténticos valores del alma humana. Ruth, la joven de la historia, se deja deslumbrar por ese oropel y a punto está de caer en las garras del más abyecto mal. Pero no adelantemos la conclusión del filme.
Con una realización rutinaria y sin demasiadas sorpresas en el guión, la película se desliza por caminos trillados hacia un final bastante acomodaticio. Actores, escenarios y trama son correctos pero fríos y no nos aportan demasiados alicientes. Hay detalles como la leve crítica al esnobismo del personaje de la madre, cuando descubre con pavor que su hija lleva... ¡ropa interior almidonada!, símbolo de inocencia limpia pero vulgar. Y poca cosa más. Los cincuenta minutos del metraje tampoco dan para mayores alegrías.
(Eddie Constanti)