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París, Texas


Personal

Valoración personal: 8 stars

General

Titulo original: París, Texas
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1984
Género: Drama

Otras personas

Director: Wim Wenders
Escritor: Sam Shepard; Walter Donohue; Kit Carson
Productor/Estudio: 20th Century Fox
Compositor: Ry Cooder
Fotografia: Robby Müller

Funcionalidades

Duración: 144
Pistas de idioma: Castellano; Inglés
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Color
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 6,8 Gb

Reparto

  • Harry Dean Stanton
  • Nastassja Kinski
  • Dean Stockwell
  • Aurore Clément
  • Hunter Carson
  • Bernhard Wicki

Sinopsis

Un hombre camina por el desierto de Texas sin recordar quién es. Su hermano lo busca e intenta que recuerde cómo era su vida cuatro años antes, cuando abandonó a su mujer y a su hijo. A medida que va recuperando la memoria y se relaciona con personas de su pasado, se plantea la necesidad de rehacer su vida.

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Premios
1984: Cannes: Palma de Oro, Premio del Jurado Ecuménico, FIPRESCI
1984: Nominada al Globo de Oro: Mejor película extranjera
1984: BAFTA: Mejor director. Nominada a Película, Guión adaptado y Música
1984: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera
1984: Premios del cine Alemán: 2ª mejor película
1984: Asociación de Críticos de Los Angeles: Nominada a Mejor fotografía
1984: Premios David di Donatello: Premio René Clair. 3 nominaciones

Hace ya 34 años, un pequeño equipo terminaba en los Estados Unidos el rodaje de una obra esencialmente estadounidense pero, como la aparente paradoja de su título, no menos europea, sobre todo en sus aspectos de producción. Es, en el fondo, el punto de encuentro entre dos visiones muy particulares del "sueño americano". Son los Estados Unidos soñados por un europeo y por un estadounidense, ambos decepcionados de su sueño respectivo.

La película, que muy pronto se consagraría en Cannes con la Palma de oro de 1984, fue dirigida por Wim Wenders y escrita en estrecha colaboración con Sam Shepard, reputado ante todo como dramaturgo pero más conocido del público como actor secundario. El germen de 'París, Texas' se encuentra en el espíritu de los textos de Shepard que más tarde serían compilados bajo el título de Crónicas de motel. Es la visión de la muerte del sueño americano y su reemplazo por una realidad tan real que llega a ser un nuevo sueño del país más profundo.

La película, de una complejidad inagotable fue, para Wenders, el encuentro con los Estados Unidos tras la frustración; después del intento de vivir y crear según las reglas locales. La experiencia casi traumática de 'Hammett' (una película de encargo realizada en la lógica de Hollywood, que vio pasar cuatro guionistas y dos rodajes, y que lo mantuvo siete años en los Estados Unidos) lo había sacado del sueño americano de su infancia, y al mismo tiempo permitido conocer de nuevo ese país que siempre lo había obsesionado. Con París, Texas, Wenders soñó los Estados Unidos una segunda vez, con una conciencia totalmente distinta.

El niño criado en Alemania occidental bajo la influencia de la cultura popular estadounidense, así como el joven que ya había hecho suyo el mito del Far West y que había sucumbido sin la menor resistencia al hechizo del rock and roll (prácticamente una religión para él), vino, vio pero casi fue vencido él mismo por la realidad de su sueño. Hasta que decidió reescribirlo, al leer los textos que Shepard le había mostrado. Wenders había sentido las ganas de hacer una película, aun sin saber exactamente de qué se trataría hasta que estuviese acabada. Es decir, el espíritu estaba ahí, los creadores estaban ahí, pero la película, en una lógicamente ciertamente poco hollywoodense, se fue concibiendo a medida que se realizaba.

No es en absoluto sorprendente, ya que de cierta manera se podría pensar que la mirada de Sam Shepard sobre su país es la que el propio Wenders habría tenido si hubiese nacido del otro lado del Atlántico. Son dos hijos de la misma cultura popular. Uno nacido en 1945 en Düsseldorf. El otro nacido en 1943 en Illinois, y criado al sur de California, influenciado por la cultura road de su juventud, por el rock and roll, al que también se dedicó, y por el mito del Oeste y de los westerns de Hollywood. Dos observadores, creadores de imágenes y de palabras para transcribir el mundo que ven y el que querrían ver, y para trazar la búsqueda de su identidad. Pero, pese a sus referencias culturales tan cercanas, el océano que les separaba había conservado en Wenders una capacidad de maravillarse que en Shepard ya había pasado por el filtro del sarcasmo.

Shepard mismo decía sobre el film que los dos compartían la fascinación por los Estados Unidos, pero que la condición de europeo de Wenders le daba una cierta extrañeza frente a objetos y situaciones que para él eran totalmente naturales: letreros de neón, grandes paneles publicitarios como los de la empresa del personaje de Walt, las extensiones interminables de desierto o las vistas panorámicas de la ciudad son a la vez componentes completamente integrados a la narración, y al mismo tiempo temas centrales de imágenes nacidas del asombro.

Es todo un imaginario y toda una sensibilidad frente a los Estados Unidos que se encuentra en la conjunción de esas dos fuerzas creativas, para dar como resultado la historia de un hombre en busca de sí mismo, de sus orígenes, de su lugar en el mundo, sólo para dejarlos una vez más.

El protagonista de la película, Travis, es un desarraigado que habita en la carretera, buscando a su mujer y a su hijo. La única verdadera vivienda es el hogar de su hermano Walt y su cuñada Anne, que están a cargo del cuidado de su sobrino. Al trío se suma a veces la presencia de la empleada doméstica mexicana, una de varias referencias a la cercanía de la frontera y a la constitución cada vez más mezclada de la identidad estadounidense. Travis, quien desde el comienzo muestra un apego hacia México-de donde viene cuando reaparece- por lo demás recuerda la ascendencia hispánica de su madre al evocar sus propios orígenes.

El único lazo material que Travis parece tener con la sociedad es una propiedad, un terreno baldío en medio del desierto. Pero ese pedazo de desierto es suyo. Esperando fundar un hogar, compró ese terreno en París, Texas, donde cree haber sido concebido, para construir una casa. Es su versión retorcida del sueño americano. Están todos los componentes, pero están ya sea dispersos, La mujer existe, pero no se sabe dónde; el hijo también, pero es ahora el hijo de otros.

El rol de las ciudades también es relevante. Aunque el título evoque una localidad perdida en el mapa, la acción principal de París, Texas tiene lugar en torno a dos grandes metrópolis, bastante representativas del sueño americano tradicional: Los Ángeles y Houston. Pero permanecemos en sus márgenes. O, más importante aún, nos desplazamos entre las dos, a través del vacío del desierto (ahí donde comienza la acción y a donde podemos imaginar que se dirige Travis al final). Las ciudades son polos, como en un imán: cada una atrae y repele, permitiendo apenas una rotación en torno a ellas y una traslación entre las dos.

Pero lo que busca no está en Los Ángeles sino en Houston. Es en esta otra capital del American Dream, en el lugar desde donde parten los exploradores del espacio exterior, donde Travis encontrará a Jane, también al margen de la ciudad, entre las calles de un barrio periférico. La encuentra detrás de una fachada decorada con la imagen de la Estatua de la Libertad, ese regalo francés que representa los valores más profundamente estadounidenses. Es la reproducción de un símbolo, la imagen de una imagen, que esconde otro juego de imágenes, de sueños y de deseos.

Es el decorado por el que transita Travis. Por el que transita Shepard, también, y toda una nación que se debate entre su realidad y la representación idealizada de sí misma. ¿Qué queda una vez que el sueño se acaba? ¿Qué hay detrás de esas fachadas? ¿Qué señalan realmente esos letreros de neón? La respuesta es lo que Wim Wenders y Sam Shepard, con sus distintas formas de ficción, construyen en los desplazamientos físicos y humanos de París, Texas. Porque después del brusco despertar hay que volver a soñar para evitar lanzarse indefenso en medio de la despojada realidad.