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Pat Garrett y Billy The Kid


General

Titulo original: Pat Garrett and Billy The Kid
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1973
Género: Western

Otras personas

Director: Sam Peckinpah
Escritor: Rudy Wurlitzer
Productor/Estudio: Gordon Carroll
Compositor: Bob Dylan
Fotografia: John Coquillon

Funcionalidades

Duración: 110
Pistas de idioma: Castellano; Inglés
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Color
Fuente ripeo: HD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Excelente
Peso: 3,6 Gb

Reparto

  • James Coburn
  • Kris Kristofferson
  • Richard Jaeckel
  • Katy Jurado
  • Jason Robards
  • Bob Dylan
  • L.Q. Jones
  • Slim Pickens
  • Chill Wills
  • Harry Dean Stanton
  • Barry Sullivan
  • Charlie Martin Smith

Sinopsis

Pat Garrett (James Coburn), que había sido compañero del bandido Billy the Kid (Kris Kristofferson), se ha pasado al otro lado de la ley y es ahora sheriff. Defiende los intereses de los ganaderos del territorio en el que actúa su antiguo compañero. Éste se encuentra en la cárcel, pero logra escapar. Garrett lo persigue y hace ver que lo quiere apresar. Sin embargo, los ganaderos son tan poderosos que las cosas escapan de su poder.
El trabajo fuera de la ley (pero a su vez dentro de ella) de Pat Garrett, que consiste básicamenete en encarcelar o ejecutar a sus viejos amigos, y deshacerse de los que alguna vez fueron compañeros de sus fechorías en la juventud pero Garrett lo logra. Todos los policías de por allí son personas engreidas de su virilidad capaces de pasar un dia bebiendo sin importarles su destino. Hablan poco y sin acalorarse, apenas ríen o lloran. Su máxima expresividad consiste en poner caras de asco o ofrecer irónicas sonrisas de complicidad a sus enemigos. A menudo están quitándole la vida a otras personas pero su actitud de desgano ante esto, sin pasión alguna, ajusticiando con honor y virilidad pero con poco entusiasmo.

Comentarios

¿por qué no lo matas?…¿por qué?, es mi amigo

Fragmento de dialogo de “Pat Garrett y Billy the Kid” que sintetiza de forma magistral, con solo una pregunta y una respuesta, el sentido último de esta nueva obra maestra de Sam Peckinpah, donde su autor lleva más lejos aún que en “Grupo salvaje” sus temas de referencia, la amistad traicionada y el final de un tiempo sin futuro, que ya es el pasado, regido por un estricto código ético-moral como forma de entender y vivir la vida. Film mutilado y remontado hasta desvirtuar su esencia -algo frecuente en el cine del director- ha sido afortunadamente recuperado en la versión definitiva que su autor quiso y no pudo hacer. Un Peckinpah lúcido, consciente de la agonía final de un género condenado a desaparecer como el viejo oeste, sublima un material a priori convencional y rinde un sentido homenaje de admiración a un tiempo pasado en uno de los films más hermosos, nostálgicos y tristes vistos en una pantalla. Western crepuscular, autentico poema visual de inusitada belleza y lirismo, Peckinpah revisita la relación y el último enfrentamiento entre el sheriff Pat Garrett y su antiguo camarada de correrías William Bonney. Historia trágica y fatalista de una amistad que sobrevive más allá de la traición y la muerte, asistimos a la tragedia interna de unos seres desesperanzados atrapados entre el pasado y el futuro, entre un mundo que se acaba y otro nuevo que nace. Caras distintas de una misma moneda, uno escogerá la libertad y la muerte, el otro envejecer pagando un alto precio por ello. Los dos han llegado al final de su camino, uno lo sabe, el otro empezará a intuirlo en el preciso momento en el que siente la necesidad de disparar sobre su propia imagen reflejada en un espejo, en un plano sublime de sobrecogedor lirismo. Con un soberbio y preciso guión lleno de sugerentes metáforas “Pat Garrett y Billy the Kid” se transforma bajo la mirada serena y comprensiva de Peckinpah en un canto de respeto y admiración a un estilo de vida -que también es el suyo- que se fue y que no volverá. Un James Coburn extraordinario y un más que notable Kris Kristofferson magistralmente dirigidos por Peckinpah insuflan un poderoso halito vital, teñido de resonancias de tragedia griega, a unos personajes que alcanzan cotas de gran estatura ética y moral. Inolvidable y melancólica banda sonora de un inspirado Bob Dylan, muy mediocre como actor, que ha pasado con letras de oro a la leyenda y la mítica del cine.
Joya absoluta del cine a redescubrir y reivindicar, de visión obligada en VOS.