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Publicada por Caolin/Arupa en CF-CL
Copia procedente del BFI, en Blu-Ray, con el prólogo sonoro que hasta ahora nos había sido vetado.Son unos cinco minutos y medio pero que dan otro matiz al relato.
¡Qué grande fue E. A. Dupont y qué poco se le reconoce! "Piccadilly", junto a "Varieté", "Moulin Rouge" y "Der alte gesetz", fueron las cumbres de su carrera. Es una pena que nos haya llegado tan poco material de su obra (estamos trabajando en otra de sus películas, pero como los intertítulos están en neerlandés, tardaremos algo más en traerla).
"Piccadilly" retoma muchas de las virtudes de la anterior "Moulin Rouge" y las eleva hasta la sublimación. Los planos de la clientela bailando en la pista, tomados desde una posición elevada, componen una coreografía que podría haber firmado el mismo Busby Berkeley. Los travelling junto a la barra del bar de Limehouse, el subsiguiente travelling a la inversa, siguiendo a Wilmot y Shasha por la calle, las miradas y los espacios en blanco (es una película "de miradas", sin duda), la habilidad con que Dupont utiliza el tema tan manido del clásico triángulo amoroso... Estamos ante una cinta soberbia, señoras y señores.
Y en medio de esta lección de cine, surge la fascinante imagen de Anna May Wong: seductora, misteriosa, hermética y tierna a la vez, llenando la pantalla en cada uno de sus planos y dejándonos la duda de sus auténticas intenciones. Por ejemplo, ¿quién es en realidad ese chino bajito que la acompaña a todas partes y que incluso se prueba su vestido en su lugar (ambigua escena, por cierto)? ¿Su amante, un hermano...? Podría ser ambas cosas y muchas más, si exceptuamos ese beso que ella le da, cubiertos ambos por un periódico desplegado. Además, como guinda de este exquisito "pastel", Charles Laughton asoma su nariz un par de minutos geniales.
Eddie Constanti